El
Gobierno de Ecuador manifestó este martes su disposición a "recibir el acompañamiento" de la
Organización de Naciones Unidas (ONU) luego de la preocupación mostrada por el organismo ante la crisis que afecta al país sudamericano, producto de las masivas protestas en contra de las últimas medidas económicas tomadas por el Presidente
Lenín Moreno, que incluso llevaron al Ejecutivo a trasladar su sede de Quito a la ciudad de Guayaquil.
"El Gobierno Nacional se une al llamado de las Naciones Unidas, de la Conferencia Episcopal y de otras voces que apelan a buscar consensos a través de un diálogo pacífico y efectivo. En este sentido, el Gobierno del Ecuador ha comunicado al representante de las Naciones Unidas en Quito su disposición a recibir el acompañamiento de la ONU, que favorezca el retorno a la paz social y entendimientos dentro del país", afirmó en un comunicado la Cancillería ecuatoriana.
En el texto, el Ejecutivo enfatizó que "concuerda con la expresión de preocupación del Sistema de las Naciones Unidas sobre la escalada de la violencia registrada en el país durante las protestas sociales", que ha incluido "
saqueos, daños a bienes públicos y privados, ataques a ambulancias, el incendio de más de una decena de vehículos de la Fuerza Pública y el secuestro de varios de sus miembros".
"Tras estos actos brutales que nunca antes había presenciado el Ecuador, hay grupos que persiguen crear el caos en el país y, a través de una acción coordinada, elevar el nivel de confrontación y poner en peligro el ordenamiento democrático", agregó la Cancillería.
De acuerdo con el organismo, "esos grupos sin duda no representan a ciudadanos que, aún con puntos de vista divergentes sobre la eliminación de los subsidios, están abiertos a un diálogo que halle vías para atender sus preocupaciones de manera pacífica".
"Al dialogar se podrían considerar, por ejemplo, medidas que suplan el incremento del precio de pasajes en áreas rurales, líneas de crédito para pequeños agricultores, cooperativas de transporte de las comunidades y políticas de reactivación agraria", enfatizó.
El conflicto en Ecuador comenzó la semana pasada, luego de que el Presidente Lenín Moreno anunciara una serie de medidas económicas tomadas luego del acuerdo alcanzado con el Fondo Monetario Internacional (FMI) que incluye, entre otras,
el fin de la subvención a los combustibles, aumentando su precio en más de un 120%.
Esto ha provocado una serie de protestas en todo el país, las cuales han ido aumentando con el paso de los días, lo que también ha ido acompañado con diversos hechos violentos. Todo esto motivó al Mandatario a trasladar la sede de Gobierno de la capital Quito a Guayaquil, por temas de seguridad.
Ante esta crisis, el Presidente Moreno ha hecho un llamado al diálogo, al mismo tiempo que ha responsabilizado a su antecesor, Rafael Correa, de coordinar un "golpe de Estado" en su contra.