"Esto hay que resolverlo y tiene solución, pero tiene solución con cerebro, con alma y con cojones", afirmó el viernes pasado Jaime Nebot, ex alcalde de Guayaquil y quien es considerado, como uno de los aliados del Presidente de Ecuador, Lenín Moreno.
El abogado y político se refería al duro escenario que vive el país sudamericano a raíz de las protestas de organizaciones sindicales y colectivos indígenas surgidas en rechazo al "paquetazo", un conjunto de medidas económicas impulsado por el Gobierno como parte de su acuerdo con el Fondo Monetario Internacional (FMI). Los manifestantes critican, fundamentalmente, la eliminación del subsidio al combustible, que provocó la duplicación de los precios de las gasolinas.
En este contexto, el "eterno" alcalde
retornó desde España para estar al tanto de la situación. En una entrevista radial cuestionó las decisiones adoptadas por el Ejecutivo, al considerar que afectarán directamente al bolsillo de los más vulnerables, y calificó al FMI como una "agencia cobradora".
Ese mismo día, Moreno respondió de forma respetuosa pero inamovible. "Van a ser presidentes de la República en algún momento", partió diciendo y se refirió también a su antiguo rival en los comicios, Guillermo Lasso. "Cuando ellos tomen las riendas de un país que lo dejamos reinstitucionalizado (…) en ese momento ellos podrán aplicar esos maravillosos planes que tienen para Ecuador", agregó.
Pero pese a la discrepancia, el Presidente escogió a Guayaquil, zona que Nebot lideró por 19 años y que es considerada su bastión político, para trasladar la sede del Gobierno y resguardarse de las protestas opositoras. Su aliado parece haber optado por darle apoyo, aún sin mencionarlo.
El "eterno" alcalde de Guayaquil
Jaime José Nebot Saadi está a poco menos de dos semanas de cumplir 73 años y en su mochila de experiencias acarrea una larga trayectoria política. Su gestión en la alcaldía de Guayaquil bajo el alero del Partido Social Cristiano (PSC, centro) es, sin duda, su trabajo más destacado y para muchos su gestión fue un ejemplo de administración pública. De hecho, dejó el cargo a comienzos de este año, tras ostentarlo por casi dos décadas, y fue despedido con una masiva manifestación a su favor.
Pero su gestión en Guayaquil fue solo la más reciente de sus incursiones en política. Tras sumarse a las líneas del PSC en 1990, compitió por la presidencia del país en dos oportunidades, en 1992 y 1996, carreras que perdió en segunda vuelta. Dos años después fue diputado por la provincia del Guayas y designado como Jefe del bloque de legisladores del PSC.
En esa misma región, pero mucho antes (1984 – 1988), se desempeñó como gobernador bajo la presidencia de León Febres Cordero. Durante su gestión, el Gobierno creó el conocido "
Escuadrón Volante", una estructura financiada por recursos públicos y privados que tenía como objetivo contribuir a la lucha contra organizaciones políticas militares y la delincuencia común.
Esta entidad se vio teñida por diversas denuncias de violación a los derechos humanos y, según el informe de la Comisión de la Verdad publicado en 2010, Nebot es una de las más de 400 autoridades de Estado citadas como posibles responsables y/o testigos de "crímenes de lesa humanidad". Él lo desmiente.
Presidenciable
Tras su paso por el Congreso nacional a fines de los noventa, Nebot decidió postular a la alcaldía de Guayaquil. Su primera elección, en el año 2000, la ganó con un 71% de los votos y luego sería reelecto tres veces: en 2004, 2009 y en 2014, todas con alta popularidad. Su exitosa gestión lo catapultó nuevamente como la principal figura del PSC y como el gran "zar" del municipio.
Sus correligionarios suelen saludarlo bajo el nombre de "Presidente", pero él evita hablar de una eventual candidatura. Refiriéndose a sí mismo en tercera persona, Nebot aseguró en entrevista con El Universo que lo importante no es que él sea jefe de Estado, "sino que el pueblo llegue al poder, que llegue un esquema de Gobierno".
Aun así, su nombre resuena cada vez más para el Palacio de Carondelet. En julio, durante la conmemoración de un nuevo aniversario de la fundación de Guayaquil, la audiencia se lo dejó claro al recibirlo con el grito de "Nebot presidente".
"Estarás tomándote unos días, unos meses de descanso,
Jaime, pero con toda seguridad el futuro te tiene preparado retos bastante más grandes todavía", afirmó Lenín Moreno en la misma ceremonia sobre quien consideró su "gran amigo".
El Mandatario y el ex alcalde se volvieron cercanos, luego de que el primero se alejara de la alianza que lo llevó al poder y quebrara relaciones con el ex Presidente Rafael Correa, tanto así que el PSC tiene una fuerte presencia en el Gobierno actual. De hecho, Nebot también mantiene una enemistad con el ex jefe de Estado y se mantuvo en la oposición durante todo su mandato.
En 2015, Correa puso en duda el capital financiero de Nebot y planteó que éste podría ser fruto de "la evasión de impuestos o de enriquecimiento ilícito". El ex alcalde descartó cualquier irregularidad en sus declaraciones y acusó a Correa de persecución. "Si a mí me quieren perseguir, esa gran masa humana que el otro día estuvo en la calle los va a perseguir a ellos. No habrá madriguera a donde estén a salvo", aseveró ante las denuncias.
Ya instalado en Guayaquil y cuando se cumplía una semana desde el inicio de las protestas, este lunes Moreno también embistió contra Correa y lo acusó de "conspirar" para "desestabilizar" su Gobierno con un "intento de golpe de Estado". Tras albergarlo en su bastión, Nebot llamó hoy a dejar proteger la democracia. "Ecuatorianos todos (...) más allá de nuestras diferencias, defendamos unidos la democracia", aseveró.
