Pantallazo cámaras de seguridad
Miembros de una comunidad indígena de la localidad Las Margaritas, en el sur de México, secuestraron al alcalde del municipio, lo maniataron y luego lo arrastraron por varios metros con una camioneta, para exigirle que cumpla con las promesas que les hizo cuando estaba en campaña electoral.
El incidente ocurrió el martes en ciudad del estado de Chiapas, cuando unos 30 campesinos de la comunidad Tojolabal, que viven en una zona rural del municipio, llegaron a la sede de la alcaldía enardecidos y armados con garrotes.
Según testigos, el grupo sometió a los policías municipales que custodiaban el lugar; rompieron las puertas y las ventanas del inmueble, y luego aprisionaron al alcalde,
Jorge Luis Escandón, en el interior.
El líder municipal fue amarrado con lazos y sacado a empujones de la sede de la alcaldía. Fue entonces que miembros de la turba le ataron las manos a una camioneta y, tras ponerla en marcha, lo arrastraron por varios metros.
Funcionarios y policías salieron en defensa de Escandón, por lo que se desató un duro enfrentamiento con los campesinos, que portaban diversos objetos contundentes. Tras la trifulca se logró liberar al alcalde y evitar que fuera llevado a Santa Rita El Invernadero, la zona de Las Margaritas donde viven los asaltantes.
La gresca dejó una decena de heridos y 11 detenidos que fueron entregados a la justicia indígena. Policías estatales de Chiapas llegaron a Las Margaritas para restablecer el orden.
11 personas fueron detenidas por el ataque
El fiscal del estado,
Jorge Luis Llaven, confirmó que Escandón no registra lesiones de gravedad. En tanto, medios locales informaron que el ataque se habría producido porque el administrador
no cumplió su compromiso de construir un camino en la zona. Una que fue
promesa adquirida en la campaña electoral de 2018.
No es la primera vez que habitantes de Santa Rita El Invernadero realizan una protesta violenta. Hace cuatro meses también vandalizaron la sede del municipio por el mismo motivo.
Las Margaritas, un pueblo de 20.000 habitantes, se ubica a unos 50 km de la frontera con Guatemala.
Los alcaldes mexicanos, particularmente en zonas alejadas de los grandes centros urbanos, son víctimas recurrentes de agresiones tanto por conflictos con vecinos como por la acción de grupos del crimen organizado, que los fuerzan a servir sus intereses. Según datos de la Asociación Nacional de Alcaldes (ANAC), desde 2006 han sido ejecutados más de un centenar.