A pesar de que el Premio Nobel de la Paz tenía a nominados como la activista sueca
Greta Thunberg o la Primera Ministra de Nueva Zelanda,
Jacinda Ardern, quien finalmente obtuvo este galardón fue el Primer Ministro de Etiopía,
Abiy Ahmed Ali, condecorado gracias a sus intervenciones para poner fin a un conflicto fronterizo con
Eritrea -país vecino- que cobró la vida de más de 80 mil personas.
La guerra entre ambas naciones comenzó en mayo de 1998 pero tuvo su germen en la independencia de Eritrea en 1993 y la previa anexión de este país a Etiopía en 1962, luego de la intervención del entonces Emperador Haile Selassie.
Antecedentes históricos
Etiopía es un vasto territorio con una superficie mayor a 1,2 millones de kilómetros cuadrados y con una población superior a los 109 millones de personas, pero que no tiene salida al mar, lo cual ha sido motivo de disputa con la vecina Eritrea y que fue una de las causas principales de este sangriento conflicto.
Ambos países han estado directamente conectados a lo largo del tiempo, en gran parte por las intenciones de Eritrea en su búsqueda por la independencia. Desde 1941, este país fue administrado por los ingleses, luego de que expulsaran a los italianos, quienes ingresaron a este país tras su conquista en 1939. Luego de que el asentamiento europeo finalizara en 1952, Etiopía, bajo el liderazgo de Selassie, recibió a Eritrea como una región autónoma federada. Posteriormente, el Emperador, en 1962, anexionó a su vecino y lo convirtió en una provincia, generando así un ímpetu independentista mayor entre los eritreos.
De ahí en adelante se r
egistraron varios conflictos entre tropas de Etiopía y miembros del Frente de Liberación de Eritrea. En 1967, ocurrieron intensos ataques armados y tres años después este movimiento separatista llamó a una revolución social. Entre las décadas del 70' al 90',
Selassie fue desplazado del poder y Etiopía recibió el apoyo soviético para combatir a los rebeldes, hasta que en 1991 ocurriera un hecho clave.
Ese año, el grupo de liberación eritreo llegó hasta Asmara -actual capital de Eritrea- y se la tomó, formando así un gobierno provisional. En 1993, este país votó en un referéndum, que fue respaldado por la ONU, por su independencia de Etiopía, opción que fue la ganadora. Tras este resultado, muchos creyeron que esto significaría el fin de un conflicto que, sin embargo, tendría otros dramáticos momentos.
Asimismo, la independencia de Eritrea generó que Etiopía perdiera su salida al mar, situación que obligó a este país a negociar con Yibuti -otro de los países vecinos- para realizar su actividad comercial marítima.
El conflicto posterior a la independencia
A pesar de la firma de la independencia y de los tratados a los que se llegaron, en mayo de 1998 tropas de Eritrea ocuparon de forma ilegal la región de Badme, una zona que forma parte de su frontera común y que se encontraba aún en disputa, derivando así en nuevos enfrentamientos.
La muerte de varios miembros de tropas de ambos países generó que las tensiones se elevaran. Eritrea acusó a los etíopes de cambiar la línea fronteriza y éstos acusaron a Asmara de invadir una zona que consideraban propia.
80.000personas murieron en el conflicto
Etiopía fue el país que declaró la guerra y comenzó una ofensiva con sus vecinos que generó la muerte de más de 80 mil personas. Durante dos años, fueron constantes los ataques aéreos entre ambos, lo que llevó a que varios otros países, como Estados Unidos, intentaran mediar para poner fin a la crisis. Asimismo, los gobiernos del Reino Unido y España, entre otros, llamaron a sus compatriotas a abandonar estas naciones.
En febrero de 1999, Etiopía recuperó Badme y, posteriormente, expulsó a más de 77.000 personas hacia Eritrea, generando grandes problemas familiares -por la división de familias- y bélicos -por las pérdidas económicas que sufrieron ambos países en la compra de armas.
Firma de paz
Abiy Ahmed Ali junto a Isaias Afwerki al momento de firmar el acuerdo.
El 2 de abril de 2018, Abiy Ahmed Ali llegó al poder en Etiopía y desde siempre puso su foco en intentar resolver el conflicto con sus vecinos. Una de las primeras acciones que hizo en el Gobierno fue contactarse con el Presidente eritreo, Isaias Afwerki, desde ya una tremenda señal. Además, Ahmed liberó a miles de presos políticos y finalizó el estado de emergencia que imperaba en su país.
En septiembre de 2018, con ambos mandatarios reunidos en Arabia Saudita, se firmó el acuerdo de paz que cerró el conflicto armado de 1998 -hecho que antecedió a una declaración conocida como el Acuerdo de Paz de Argel entre ambos en el mes de julio. Entre los presentes estuvo el secretario general de la ONU, António Guterres, y el príncipe saudí Salman bin Adelaziz.
"La reconciliación que estamos forjando ahora es un ejemplo para las personas en África y de otros lugares", dijo en 2018 Ahmed, previo a la declaración.
El ministro de RR.EE. saudí, Adel al-Yubeir celebró que este acuerdo traería "estabilidad" al mar Rojo y Guterres señaló que aquel momento era "un viento de esperanza soplando en el Cuerno de África". Hechos que fueron claves para que este viernes el Premier etíope fuera condecorado con el Nobel de la Paz. Además, Ahmed también ha hecho varios esfuerzos en solucionar la crisis entre Sudán del Sur y Sudán.
Desde que se hicieron los primeros acercamientos, ambos líderes visitaron los países vecinos y se restablecieron las conexiones telefónicas, los vuelos internacionales y la apertura de Eritrea a barcos etíopes.
Tras obtener el premio, Ahmed dijo que el Nobel era un galardón "para todo África" y distintas ONGs llamaron al Primer Ministro que resuelva otros conflictos étnicos que aquejan a su país y que en el último tiempo han aumentado.