Gran parte del mundo sigue siendo adicto al carbón, incluso a pesar de que el cambio climático "amenaza la viabilidad de las sociedades humanas", dijo este viernes el secretario general de la ONU, António Guterres, apuntando en particular a las naciones asiáticas por su uso continuado del combustible fósil.
El jefe de Naciones Unidas afirmó en una reunión de alcaldes mundiales en Copenhague que se está haciendo muy poco para abordar el cambio climático y evitar sus consecuencias nocivas.
"No nos equivoquemos, enfrentamos una crisis urgente", dijo Guterres en la cumbre organizada en la capital danesa por la red de ciudades
C40.
"El cambio climático se está moviendo más rápido que nosotros, superando las proyecciones del peor de los casos", agregó.
Los países deberían reducir sus emisiones de calentamiento del planeta en al menos un 45% para 2030 y volverse "climáticamente neutrales" para 2050 para estabilizar el calentamiento a 1,5 grados Celsius por encima de los tiempos preindustriales, el límite inferior establecido por casi 200 países en el Acuerdo de París de 2015, dijo Guterres.
No obstante, la acción gubernamental se está quedando atrás, agregó.
"Los planes nacionales actuales de acción climática no nos acercan a estos objetivos.
Estamos en camino de un aumento catastrófico de 3 grados o más. Esto sería devastador para la humanidad", afirmó.
Al menos 70 países anunciaron planes el mes pasado en una cumbre de acción climática de la ONU para reforzar sus compromisos de París y reducir las emisiones, pero la mayoría de las principales economías, incluidos Estados Unidos y China, no anunciaron nuevas medidas más fuertes.
"Todavía tenemos grandes partes del mundo con una adicción al carbón", dijo Guterres, agregando que hay planificado "un número absolutamente inaceptable" de nuevas centrales eléctricas de carbón, sobre todo en el continente asiático.
Asia-Pacífico, que alberga a dos tercios de la población mundial, está experimentando un aumento de la urbanización, la población y el crecimiento económico, poniendo en aprietos a muchos países que buscan formas de proporcionar suficiente energía eléctrica al tiempo que deben cumplir sus promesas de reducir las emisiones.
El carbón barato producido a nivel local abunda en la región, que está resistiendo la tendencia global hacia la búsqueda de alternativas más limpias que la quema de combustibles fósiles, que emiten gases de efecto invernadero que los científicos dicen que está calentando el planeta.
Guterres ya había pedido antes el fin de la construcción de plantas de carbón a partir de 2020, ir abandonando los subsidios a los combustibles fósiles y un cambio rápido hacia fuentes de energía renovables como la solar y la eólica.
"Tenemos el conocimiento, la tecnología y los recursos para abordar la emergencia climática (...) lo que aún falta en muchos niveles es la voluntad política", dijo el líder de la ONU en Copenhague.
Los líderes de más de 90 ciudades, que representan a más de 700 millones de personas y una cuarta parte de la economía mundial, están reunidos en la capital danesa para impulsar la acción climática.
El
C40 dijo que 30 de las ciudades más grandes del mundo, que representan a más de 58 millones de residentes -desde Austin a Venecia-, ya habían alcanzado su punto máximo de emisiones y desde entonces las habían reducido en un promedio del 22%.
La reunión se realizó mientras los manifestantes contra el cambio climático salían a las calles desde Reino Unido a Nueva Zelanda, en dos semanas de desobediencia civil pacífica.
"Hoy podemos ver a los negocios, las ciudades y la sociedad moviéndose más rápido que los gobiernos", dijo Guterres.
"Por lo tanto, es muy importante seguir presionando lo más posible a los gobiernos para asegurarse de que (...) acepten nuestro objetivo de carbono neutral para 2050", agregó.