Con buenos ojos fue vista la primera mesa de diálogo que comenzaron este domingo el Presidente de Ecuador, Lenín Moreno, con los dirigentes de los grupos manifestantes, quienes buscan llegar a un consenso y dejar atrás los actos de violencia que se han registrado los últimos once días en el país.
En la instancia, la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) aprovechó de realizar sus primeras peticiones, entre las que se encuentran las destituciones de los ministros de Gobierno (Interior), María Paula Romo, y de Defensa, Oswaldo Jarrín.
"Como un gesto de paz social al país, pedimos señor Presidente su inmediata separación" de los cargos, dijo el líder de la organización, Jaime Vargas, a lo que Moreno prefirió no contestar inmediatamente.
Los indígenas apuntan a ambos ministros como los responsables de la represión que se ha vivido en las calles durante las protestas, por lo que afirman que sus remociones son necesarias para continuar con las conversaciones.
Otra de las exigencias que realizaron los dirigentes fue que se anule la resolución que eliminó los subsidios a los combustibles, lo que forma parte del polémico decreto 883, el llamado "paquetazo" que Moreno acordó con el FMI para estabilizar la situación fiscal del Gobierno ecuatoriano.
"No venimos para conformar comisiones (...) El pedido del país es la derogatoria del decreto. Si este momento se decide, el país se tranquiliza totalmente en todos los territorios", señaló Vargas.
En respuesta, el Mandatario aseguró que "jamás ha sido mi intención afectar a los sectores más desposeídos", y se mostró abierto a modificar la medida, la que desde su entrada en vigor disparó el precio de la gasolina y el diésel hasta en 123%.
"Espero que en conjunto podamos analizar, revisar, llegar a conclusiones y que esas conclusiones sean incluidas en el nuevo decreto que sustituya al anterior, que lo mejore, lo perfeccione, que esté enfocado a estabilizar el país y a estabilizar las cuentas fiscales del país", sostuvo Moreno.
Se estima que las conversaciones entre ambas partes continuarán durante los próximos días en Quito, a la espera de que se llegue a una solución para terminar el conflicto, que ya acumula al menos seis muertos y cientos de heridos en distintos puntos del país.
