El presidente de la organización no gubernamental Human Rights Watch (HRW), Kenneth Roth, expresó este miércoles su "profunda preocupación" con las políticas impulsadas por el Gobierno del Presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, las cuales, dijo, "amenazan" los derechos de los brasileños.
Roth encabezó la comitiva de directivos internacionales de HRW que esta semana visitó por primera vez Brasil para analizar la situación de los derechos humanos en el país sudamericano.
HRW denunció una serie de directrices impulsadas por el Ejecutivo de Bolsonaro y que, en opinión de la organización, han corroído algunos de los pilares fundamentales de la democracia brasileña.
"En diferentes frentes
Bolsonaro ha subestimado los derechos humanos. No solo está atacando los derechos humanos, está atacando elementos de la democracia brasileña", afirmó Roth en declaraciones a Efe tras una rueda de prensa celebrada en Sao Paulo.
En el ámbito de la seguridad pública, el activista criticó duramente la retórica del jefe de Estado, la cual, dijo, "promueve la impunidad" entre los cuerpos de seguridad y ha "dado luz verde" a la policía para matar.
La ONG de defensa de derechos humanos también criticó los intentos del líder derechista por restringir la participación de la sociedad civil, su cruzada contra la llamada "ideología de género" o su esfuerzo por menguar el combate a la tortura, entre otros aspectos.
"Él siempre abrazó y apoyó dictaduras de América Latina. Siempre elogió torturadores de otros países y de Brasil", subrayó Roth durante la rueda de prensa.
El presidente de HRW aludió así a los elogios públicos que el mandatario realizó sobre Alberto Brilhante Ustra, quien fue jefe en Sao Paulo del organismo castrense señalado de torturar hasta la muerte a varios presos políticos durante ese periodo, o el dictador chileno Augusto Pinochet.
A pesar del citado deterioro de los derechos humanos, HRW reconoció que Brasil todavía goza de una "democracia saludable", pero recalcó que es necesario evitar que siga el camino de otros países como Hungría, Turquía o Rusia.
"La democracia no significa tan solo ganar las elecciones, significa también respetar las leyes y respetar los derechos humanos", precisó Roth.
Baja de la criminalidad
Por otro lado, y a pesar de estas denuncias, el Presidente Bolsonaro ha mostrado su satisfacción por la fuerte caída de los índices de criminalidad en sus primeros seis meses de mandato. "Aún hay mucho por hacer, pero el resultado muestra que estamos en el camino correcto. Seguimos firmes en la misión de devolverle a los ciudadanos la seguridad y la libertad que les fue quitada", indicó el Mandatario en su cuenta de Twitter.
De acuerdo con las cifras oficiales divulgadas, el número de homicidios en Brasil cayó un 22,1%, desde 24.497 en los primeros seis meses de 2018 hasta 19.074 en el primer semestre de 2019.
Igualmente registraron una fuerte caída el número de robos a bancos, que pasaron de 462 en los primeros seis meses del año pasado a 273 en los seis primeros de 2019 (-40,9%); el de robo de vehículos, desde 129.199 hasta 94.362 (-27,0%); el de robos de cargas, desde 11.544 hasta 8.575 (-25,7%); y los latrocinios (robo seguido de muerte), desde 1.008 a 768 (-23,8%).
Según el Ministerio de Justicia, las violaciones cayeron en un 12,0%, hasta 21.566 casos en el primer semestre de este año; los hurtos de vehículos en un 9,9 %, hasta 109.763 casos; los intentos de homicidio en un 9,4 %; hasta 16.987 casos; y las lesiones corporales seguidas de muerte en un 3,2 %, hasta 420 casos.
Las estadísticas divulgadas el lunes, sin embargo, confirman una tendencia que comenzó el año pasado, cuando Brasil registró 57.341 asesinatos, un número en un 10,4 % inferior al récord de 64.021 muertes violentas contabilizadas en 2017 y que constituye la primera reducción del indicador en tres años.
El número de "muertes violentas con intención" en Brasil se aproximó el año pasado al de 2015 (58.459) y su reducción supone el fin de una tendencia de crecimiento que se registraba desde 2011, cuando se contabilizaron 47.215 asesinatos, según datos divulgados el mes pasado por el Fórum Brasileño de Seguridad Pública, una organización no gubernamental.