Los aliados del primer ministro británico Boris Johnson, los unionistas norirlandeses del DUP, bloqueaban este jueves las posibilidades de un acuerdo sobre el Brexit, horas antes de una cumbre crucial en Bruselas.
Los equipos de la Unión Europea (UE) y Reino Unido decidieron intensificar sus encuentros el viernes, con jornadas que se prolongaron hasta pasada la media noche, unas negociaciones que avanzaron pero sin lograr todavía el "objetivo", dijo la canciller alemana, Angela Merkel.
Más de dos años después del inicio de las negociaciones, Londres y Bruselas
todavía buscan cómo garantizar un intercambio fluido de bienes entre Irlanda, país de la UE, e Irlanda del Norte, sin necesitar la reintroducción de una frontera física.
El objetivo es además proteger los acuerdos de paz del Viernes Santo de 1998, que pusieron fin a décadas de conflicto sangriento en la isla de Irlanda, y proteger el mercado único europeo de una competencia desleal de su todavía socio.
Pero con el acuerdo "al alcance de la mano", en palabras del secretario de Estado francés para Europa Jean-Baptiste Lemoyne, apareció un nuevo escollo en la recta final: El partido unionista norilandés DUP dijo este jueves que "no (pueden) apoyar" la propuesta de acuerdo actual.
La formación, cuyos 10 diputados en la Cámara de los Comunes apoyan a Johnson, aseguró que "continuará trabajando con el gobierno para llegar a un acuerdo razonable que funcione para Irlanda del Norte y proteja la integridad económica y constitucional de Reino Unido".
Después del Brexit, los unionistas noirlandeses temen que su provincia, que comparte isla con Irlanda, quede aislada del resto de Reino Unido situado en Gran Bretaña, con el mar de Irlanda de por medio.
Los temores actuales se centran en la cuestión de las aduanas. Johnson abandonó la idea de su predecesora Theresa May de mantener a todo Reino Unido en una unión aduanera con la UE tras el Brexit mientras se lograba una solución mejor en el marco de un acuerdo de libre comercio.
Y el premier británico habría modificado incluso "su propuesta original para que no haya una frontera para las aduanas" en la isla de Irlanda, dijo una fuente europea, dejando en la práctica a Irlanda del Norte en una unión aduanera con la UE y separada de Reino Unido.
El nuevo plan le permitiría a Johnson recuperar su libertad para cerrar acuerdos comerciales con terceros países, que en la unión aduanera europea corresponde a la
Comisión Europea, en lugar de abogar por permanecer cerca de la UE como May, según una fuente diplomática.
Otro de los inconvenientes planteados por el DUP es la propuesta final sobre el plan inicial, criticado por la UE, de dar un derecho a veto a la asamblea autónoma norirlandesa para decidir cada cuatro años si decide seguir respetando las reglas del mercado único europeo.
¿Nueva cumbre?
El tiempo apremia para resolver este bloqueo, así como la cuestión del IVA en Irlanda del Norte, antes de la cumbre de mandatarios europeos, que se inicia a las 15:00 horas (11:00 horas de Chile), a dos semanas del Brexit, previsto el 31 de octubre.
Más allá del Brexit, los líderes deben tratar de resolver sus diferencias sobre el eventual inicio de las negociaciones de adhesión con Albania y Macedonia del Norte, que Francia bloquea, y sobre qué respuesta dar a la ofensiva turca en Siria.
Londres tiene además hasta el sábado para lograr un pacto o de lo contrario debe pedir una nueva prórroga, impuesta por una ley que el parlamento británico aprobó en septiembre. El gobierno de Johnson aseguró la víspera que cumpliría la ley, pese a las reticencias del premier.
Pero los europeos quieren evitar también el escenario vivido con May, que no logró que su Parlamento británico aprobara el acuerdo cerrado en noviembre con la UE, por lo que tampoco descartan una nueva prórroga del divorcio.
Sin embargo, esta prórroga estaría sujeta a las posibilidades de un acuerdo o un cambio político en Londres, como nuevas elecciones o un segundo referéndum, en caso de no lograrse un pacto. La UE no descarta en este contexto otra cumbre antes de finales de mes.