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Horas cruciales para Johnson en Reino Unido: Parlamento vota hoy si aprueba o no el acuerdo de Brexit con la UE

Por primera vez en 37 años, la Cámara de los Comunes se reunirá de emergencia un día sábado, con la misión de debatir y dar su visto bueno o no al pacto entre el Gobierno Británico y el bloque comunitario.

19 de Octubre de 2019 | 05:26 | Redactado por Ramón Jara A., Emol
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Reuters
Este sábado, la Cámara de los Comunes vivirá horas cruciales. Hoy, los congresistas deberán votar si aprueban o no el acuerdo de Brexit entre el Gobierno de Reino Unido y la Unión Europea (UE) anunciado el jueves por ambas partes. Un pacto que busca una salida británica consensuada del bloque comunitario, pero que tiene un duro escollo en el Congreso, por lo que las posibilidades de que el documento se rechace son altísimas.

Ahora, el Primer Ministro, Boris Johnson, busca desesperadamente los votos necesarios para que salga humo blanco y así evitar el rechazo que complique su gestión. A todas luces, no quiere repetir lo acontecido con su antecesora, Theresa May, quien finalmente dejó Downing Street 10 ante la profunda desaprobación que tuvo el acuerdo entre su Gobierno y Bruselas.

Durante el primer semestre de 2019, la entonces Primera Ministra británica vivió meses de pesadilla. Mientras intentaba e intentaba que el Parlamento aprobara el pacto de su Gobierno con la UE, el Congreso le cerraba la puerta en la cara y los réditos políticos de la líder conservadora se desplomaban. Resultado final: el 24 de mayo, la gobernante anunció su renuncia, la que se materializó el pasado 7 de junio.

Fue ahí que el designado por el Partido Conservador para tomar la posta y encabezar el país fue el ex alcalde de Londres Boris Johnson, defensor acérrimo del Brexit y férreo opositor de la política de May frente al proceso. Su postura más dura y su determinación a salirse de la UE el 31 de octubre de la forma que sea, complicaban la relación con el bloque, cuyos líderes veían el futuro de forma bastante pesimista. Hasta que ocurrió lo inesperado: ambas partes finalmente se pusieron de acuerdo y acabaron con la incertidumbre.

El nuevo pacto fijó medidas "excepcionales" para Irlanda del Norte y la relación futura con la UE. De este modo, en el primer punto se acordó que el Reino Unido aplicará aranceles británicos a los productos que entren a Irlanda del Norte procedentes de terceros países con los que haya concluido un acuerdo de libre comercio, siempre y cuando estos bienes no acaben en la República de Irlanda.

El documento también recoge la solicitud de Johnson de dejar de lado la idea de Theresa May, quien buscaba mantener a todo el Reino Unido en una unión aduanera con la UE mientras se logra una opción mejor, en el marco de un acuerdo de libre comercio. El nuevo plan le permitiría al Reino Unido recuperar su libertad para cerrar acuerdos comerciales con terceros países, un rol que hasta ahora es llevado adelante por Bruselas.

Pero la felicidad de Boris Johnson duró muy poco. Minutos después de conocerse los alcances del acuerdo, diversos partidos políticos anunciaron su decisión de rechazar la iniciativa. Están quienes señalan que el documento es aún insuficiente, mientras que otros, como el Partido Laborista, buscan la realización de un segundo referéndum de Brexit, lo que se ve prácticamente imposible.

Lobby en el Parlamento

El viernes, Johnson se la pasó al teléfono tratando de convencer uno a uno a los diputados euroescépticos de su partido que todavía no han dado su visto bueno al pacto, mientras que su equipo contactó con parlamentarios laboristas e independientes favorables a un Brexit acordado, susceptibles de alinearse con el Gobierno.

Pero el bloqueo es grande. El norirlandés Partido Democrático Unionista (DUP), con diez escaños en la Cámara de los Comunes, mantiene su negativa a votar a favor del tratado de salida del país de la Unión Europea, lo que complica las cuentas del Primer Ministro, que necesita 320 votos pero solo cuenta con 288 diputados "tories".

Según las predicciones del diario "Financial Times", Johnson puede sumar 318 votos, mientras que la cadena Sky News calcula que puede llegar hasta 316, si bien la mayoría de analistas políticos coincide en que la situación es volátil y la incertidumbre se mantendrá hasta el último momento.

320votos necesita Johnson para que el acuerdo se apruebe
Diversos bloques y facciones parlamentarias no tomarán una decisión definitiva hasta este sábado por la mañana, incluidos los 28 conservadores más euroescépticos, conocidos en los pasillos del Parlamento de Westminster como los "espartanos", por su férrea defensa del Brexit más duro.

En esta ocasión, ninguno de esos euroescépticos se ha posicionado claramente en contra del tratado, lo que aumenta las expectativas de que al menos una parte de ese grupo vote a favor.

La votación

El "supersábado", como ha bautizado la prensa británica la sesión extraordinaria en el Parlamento para votar el acuerdo de Johnson, comenzará con una intervención del Primer Ministro, que informará a la Cámara sobre el resultado de la cumbre comunitaria del jueves y el viernes.

Acto seguido, los diputados pasarán a debatir, sin límite de tiempo, la moción del Gobierno que propone dar luz verde a los términos de salida de la UE acordados con los 27 socios comunitarios restantes.

La votación se espera durante la tarde, aunque la agenda final se conocerá durante la jornada. El presidente de la Cámara de los Comunes, John Bercow, decidirá al comenzar el debate las enmiendas que se someterán a votación, que los parlamentarios pueden presentar hasta este mismo sábado por la mañana.

Una de las propuestas que ha cogido impulso en las últimas horas es una cláusula redactada por el ex conservador Oliver Letwin que apuesta por posponer la ratificación definitiva del acuerdo. Si esa enmienda fuera aprobada por mayoría, Johnson se vería obligado a solicitar una prórroga del Brexit más allá del 31 de octubre incluso si la Cámara de los Comunes vota a favor de su pacto.

La sesión parlamentaria, la primera en un sábado en el Reino Unido desde abril de 1982, durante la guerra de las Malvinas, coincidirá con una gran manifestación en Londres para reclamar un segundo plebiscito sobre el Brexit.

En caso de que el acuerdo no sea aceptado por los Comunes, Johnson estará obligado por ley a enviar una carta a Bruselas solicitando una extensión de la ruptura con la UE, algo que se contrapone con las verdaderas intenciones del Premier, quien aseguró que prefiere estar "muerto en una zanja" antes que realizar esa acción.
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