La presunta espía rusa Maria Butina, que fue condenada por la justicia estadounidense tras declararse culpable de conspiración contra EE.UU., fue liberada este viernes de la prisión de Tallahassee, Florida, tras más de 15 meses de prisión y se prevé que será deportada en las próximas horas a Moscú.
La
portavoz del Servicio de Inmigración y Control de Aduanas (ICE) Tamara Spicer confirmó este viernes a Efe que Butina se encuentra bajo custodia de esa agencia federal para su repatriación.
"ICE y la unidad de Detención y Deportación (ERO) tomaron la custodia de Maria Butina, de 30 años, ciudadana y nacional de Rusia, después de su liberación hoy de la prisión federal", señaló Spicer.
Asimismo explicó que "para seguridad operacional, ICE no discute los arreglos específicos de remoción antes de la repatriación exitosa de un individuo".
El pasado 13 de diciembre, Butina, de 30 años, confesó su culpabilidad de un delito de conspiración contra EE.UU., y aceptó cooperar con la Justicia. La rusa fue sentenciada a 18 meses de prisión a principios de este año y estuvo bajo custodia desde su arresto el 15 de julio de 2018.
En su momento, el presidente ruso, Vladimir Putin, negó que Butina trabajara para Moscú y relacionó la confesión con las amenazas recibidas en prisión.
Según la Fiscalía estadounidense, la presunta espía rusa tejió una red de influyentes contactos en EE.UU. para beneficiar al Kremlin en una operación que inició en marzo de 2015 y que finalizó en julio de 2018, cuando fue arrestada.
Como parte del acuerdo alcanzado con la Fiscalía, Butina aportó información sobre su expareja, el asesor del Partido Republicano estadounidense Paul Erickson.
Butina reconoció, además, haber establecido una relación con un estadounidense, para lo que se sirvió de la herramienta de traducción de Google, con el objetivo de presentarle una "propuesta de proyecto" de cara a las elecciones de 2016.
Estados Unidos acepta que los ciudadanos estadounidenses y extranjeros trabajen en favor de otro país, siempre y cuando estén debidamente registrados como agentes, algo que Butina nunca hizo.