Manuel Canelas, ministro de Comunicación de Bolivia.
EFE
El Gobierno de
Bolivia aseguró que los resultados de la auditoría que realizará la
OEA de las últimas elecciones presidenciales
serán vinculantes, sumándose a la posibilidad de ir a una segunda vuelta entre el Presidente Evo Morales y el candidato opositor Carlos Mesa si es que el reconteo así lo establece.
"El momento en que empiece a hacerse el proceso de auditoría es evidente que podría determinar el cambio de los resultados", afirmó el ministro de Comunicación, Manuel Canelas, quien aseguró que el proceso será seguido por funcionarios de México, Paraguay y Perú.
Canelas aseguró que la auditoría se realizará en un corto plazo "por la coyuntura en la que estamos", agregando que si se tiene que "modificar" la legislación boliviana para permitir que los resultados sean vinculantes, se hará.
En este sentido, el ministro enfatizó que el Presidente Evo Morales está consciente de que el proceso podría arrojar resultados que perjudiquen su candidatura, y que está dispuesto a afrontar eso.
En tanto, le envió un mensaje a Carlos Mesa para que acepte la auditoría: "Le pedimos una respuesta clara, la situación que vive el país merece una respuesta clara. No hay mejor salida que recurrir a un árbitro imparcial que nos aclare lo que sucedió con el voto del domingo 20 de octubre (…) Lo que hay que dar es una respuesta sencilla".
Mesa pone condiciones
Por su parte, el candidato opositor había afirmado antes que sólo aceptará una auditoría de la OEA si el Gobierno "está dispuesto a no aceptar el resultado del Tribunal Supremo Electoral" mientras se realice la auditoría y si le reconoce un "carácter vinculante" a ésta.
"Si ellos están dispuestos a reconocer que hasta tanto no haya una auditoría, no aceptan los resultados como válidos y cerrados, estaremos en condiciones de decir algo fundamental", afirmó.
La auditoría fue planteada la semana pasada por Morales al secretario general de la OEA, Luis Almagro, después de que la oposición denunciara un fraude en las elecciones del domingo 20 en favor del mandatario y con complicidad con el Tribunal Electoral (TSE).
Un primer sistema de conteo rápido de votos del TSE anticipaba una segunda vuelta entre Morales y Mesa. Pero luego mantuvo silencio por más de 20 horas sobre el avance del escrutinio, cambiando la tendencia a una victoria del Mandatario en primera ronda para luego proclamarlo ganador con 47,08% de los sufragios contra 36,51% para el líder opositor.