El Gobierno brasileño considera que el vertido de petróleo que se ha expandido por las aguas del noreste del país es "inédito" en el mundo, por las circunstancias en las que se produjo, y desconoce cuánto crudo aún puede llegar a las playas.
"Es una situación inédita. Ese desastre nunca había ocurrido en Brasil ni en el mundo", afirmó el lunes el ministro brasileño de Defensa, Fernando Azevedo e Silva, en una rueda de prensa conjunta con autoridades de la Marina, la Policía Federal y el Instituto Brasileño de Medio Ambiente (Ibama), entre otros organismos.
Las pegajosas manchas de petróleo empezaron a aparecer a fines de agosto y desde entonces se han extendido por toda la costa del noreste, pero
Brasil tan solo identificó la semana pasada al posible responsable por el vertido de crudo, el cual, según el ministro, "no es percibido ni por radar ni por satélite".
El principal sospechoso del derramamiento es un buque de bandera griega, de propiedad de la empresa Delta Tankers, que partió de Venezuela el 15 de julio cargado de petróleo y rumbo a Singapur.
Brasil va a solicitar "cooperación jurídica internacional" y espera que la empresa sospechosa por el vertido sea notificada a través de la Interpol a fin de proseguir con las investigaciones, explicó el comisario de la Policía Federal, Franco Perazzoni.
"Es una situación inédita. Ese desastre nunca había ocurrido en Brasil ni en el mundo"
Fernando Azevedo e Silva, ministro de Defensa
"La pena va a ser en Brasil, lo que buscamos en otros países es cooperación en la producción de pruebas", agregó Perazzoni.
Las autoridades coincidieron en las dificultades que encuentran a la hora de detectar el petróleo, dado que el crudo fluye por debajo de la superficie del agua, y no descartaron la posibilidad de que el vertido llegue a las aguas del Caribe por las corrientes marinas.
"Ese caso no tiene nada igual en el mundo. No sabemos cuál es la fuente contaminante, tenemos una sospecha, pero es totalmente inédito y tenemos que estar atentos", de acuerdo con la Marina.
Hasta el momento han sido recogidas más de 4.000 toneladas de residuos de petróleo y arena en más de 300 playas de Brasil, de acuerdo con un estudio realizado por el Ibama.
Este fin de semana, la Marina encontró manchas de petróleo en una de las islas del archipiélago de Abrolhos, considerado como la mayor cuna de ballenas jorobadas del Atlántico Sur, aunque precisó que los restos encontrados fueron muy pequeño.
Las dos mayores embarcaciones de la Marina brasileña partieron este lunes de Río de Janeiro rumbo al nordeste para sumarse a los trabajos en el combate contra el petróleo, el cual amenaza a algunas especies marinas y ya ha provocado al menos 83 muertes de animales, de acuerdo con los datos de Ibama.