La justicia brasileña ordenó este viernes la liberación del ex Presidente
Luiz Inácio Lula da Silva, en prisión desde hace un año y 7 meses, luego de un fallo del Supremo Tribunal Federal (STF) respecto de aquellas personas que aún no reciben una condena definitiva.
De esta forma, el juez Danilo Pereira Júnior, del 12° Juzgado Criminal Federal de Curitiba, aceptó el requerimiento presentado esta mañana por los abogados del líder del PT, condenado a 8 años y 10 meses de cárcel en el marco del caso Lava Jato.
La noche del jueves, y en una ajustada votación por seis a cinco, el STF determinó que la prisión de una persona condenada antes de que se agoten todos los recursos es inconstitucional. De esta forma, modificó una jurisprudencia establecida en 2016, según la cual un condenado en segunda instancia ya podía ingresar a la cárcel, aún con apelaciones pendientes en tribunales superiores.
Este es el caso de Lula, quien
se encuentra preso desde abril de 2018, cuando comenzó a cumplir una pena por corrupción tras ser
condenado en segunda instancia, acusado de recibir a manera de soborno un departamento de playa de la constructora OAS a cambio de beneficios para la adjudicación de contratos con la petrolera Petrobras.
La sentencia fue confirmada luego en una tercera instancia, pero aún le resta una apelación ante la Corte, que ya presentó, pero sobre la cual el Supremo todavía no se ha pronunciado.
Lula, de este modo, es uno de los 5.000 posibles favorecidos con esta decisión, que establece que la prisión solo podrá ordenarse cuando, como establece la Constitución, se complete el "tránsito en juzgado" ("cosa juzgada" en español) y se hayan agotado todos los recursos posibles, con lo que la culpabilidad estará plenamente determinada.
Tras esta resolución, los abogados del ex Presidente presentaron un requerimiento este viernes para exigir la inmediata liberación de su representado, lo que debería concretarse durante esta jornada.