Luego de una nueva intensa jornada en
Bolivia, la cual estuvo marcada por la partida de
Evo Morales rumbo a
México, varios efectivos militares y de la policía local salieron a las calles para patrullar y mantener el control de las ciudades.
En La Paz se escuchó el paso de varios aviones militares, mientras que en otras regiones y ciudades se registró la circulación de motocicletas con varios militares.
En
Cochabamba hubo sobrevuelo de helicópteros, en una ciudad en donde se registraron algunas unidades policiales quemadas.
En la ciudad de El Alto, un grupo de personas quemaron estaciones policiales, mientras que algunos barrios del sur de La Paz fueron atacados.
En la tarde del lunes, se registraron a varios grupos que realizaron destrozos e incendios a varias oficinas de la policía en El Alto y Cochabamba.
El comandante en jefe de las Fuerzas Armadas, Williams Kaliman, señaló que tanto sus efectivos como la policía realizarían una operación en conjunto para combatir a los "grupos vandálicos que causan terror en la población".
Kaliman explicó que la decisión busca "evitar sangre y luto a la familia boliviana" y señaló que las FF.AA. no "abrirán fuego" contra la población.
Asimismo, en la mañana de este martes se han registrado calles casi vacías y con algunas barricadas que fueron puestas en la noche.