Autoridades de Nueva York detuvieron a dos guardias que estaban encargados de vigilar la celda donde se suicidó el pasado agosto el millonario acusado de abusos sexuales y tráfico sexual de menores de edad, Jeffrey Epstein, según informó este martes The New York Times.
El diario, que cita una fuente con conocimiento de la investigación, señala que los oficiales de la Oficina de Prisiones fueron detenidos por cargos relacionados con el incumplimiento de sus deberes y serán imputados formalmente este martes ante un tribunal de Manhattan.
Epstein, de 66 años y acusado de ser el líder de una red de tráfico sexual de menores hace una década en sus mansiones de Nueva York y Florida, apareció ahorcado el 10 de agosto dentro de su celda y las autoridades, incluido el médico forense de la ciudad de Nueva York, concluyeron que fue un suicidio.
Cabe recordar que un mes antes de su fallecimiento, el hombre de negocios ya lo había intentado y se le había puesto en un programa de prevención del suicidio, pero sus abogados intercedieron para que se le impusiera un estatus especial por el que debía recibir visitas cada 30 minutos y estar acompañado en su celda.
De acuerdo a lo reportado por el New York Times, Epstein no estaba acompañado la noche de su muerte y los dos guardias que estaban encargados de vigilar su celda se durmieron y falsificaron los registros para encubrir su error, según indicaron entonces varios agentes del orden y funcionarios de prisión con conocimiento del caso.
La muerte de Epstein en la cárcel estaba siendo investigada tanto por el FBI como por el Departamento de Justicia, por lo que estas previsibles imputaciones de los guardias serían las primeras consecuencias de las indagaciones.
La muerte repentina y en extrañas circunstancias del magnate hizo que circularan teorías conspiratorias sobre su fallecimiento debido a los personajes con los que se relacionaba, como el ex Presidente Bill Clinton (1993-2001), el príncipe Andrés, duque de York, y el actual Mandatario de EE.UU., Donald Trump.
Un patólogo forense contratado por el hermano de Epstein afirmó el mes pasado que la evidencia señala que el magnate no se quitó la vida en su celda sino que pudo haber sido estrangulado.