La Presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, le pidió a sus opositores que la "dejen gobernar" por el "tiempo corto" que estará en el poder, ante el bloqueo impuesto en La Paz por simpatizantes de Evo Morales.
Áñez, que asumió el 12 de noviembre tras la renuncia del líder indígena, aceptó que pasa por momentos "muy difíciles", después de que el martes se registraran ocho muertos en la ciudad de El Alto, vecina de La Paz, cuando fuerzas de seguridad usaron sus armas mientras protegían un convoy de gasolina de una planta de combustibles.
"La ciudadanía no merece estar cercada (...) Déjennos gobernar por este tiempo que será corto", agregó la Mandataria en declaraciones a la prensa.
La escasez de bencina afecta a las ciudades de La Paz y El Alto y esto también complicó la distribución de alimentos. En las bencineras y centros de abasto se pueden ver diariamente largas filas de personas que buscan abastecerse.
"Este es un Gobierno de estricto carácter provisorio y tiene como propósito la pacificación del país y la convocatoria a elecciones libres y transparentes en el más breve tiempo", señaló luego la gobernante de 52 años en un discurso ante el cuerpo diplomático.
Cabe recordar que el Gobierno abrió el diálogo con los vecinos de El Alto, donde la gran mayoría vota por Morales, aunque todavía no han obtenido resultados.
La dimisión del ex Presidente indígena, presionado por las protestas iniciadas tras las elecciones del 20 de octubre, que presentaron irregularidades según la OEA, indignó a los partidarios de Morales.
La planta de carburantes de Senkata se encuentra protegida por un fuerte contingente de policías y militares, que han evitado que los civiles se tomen el lugar.
La violencia social, desde las elecciones generales del 20 de octubre, han dejado a 32 muertos y más de 400 heridos por los enfrentamientos entre civiles y fuerzas del Ejército y la Policía.