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El romance entre una jurado y un testigo que dejó en nada el juicio a un pandillero en EE.UU.

Tysheem McGregor fue condenado en 2017 a 15 años de prisión, pero todo dio un giro inesperado luego de que la "jurado número seis" iniciara una relación con uno de los implicados en el caso tras verlo comparecer ante el tribunal.

27 de Noviembre de 2019 | 11:57 | Redactado por D. Gaete, Emol.
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AP
Lo más probable es que nadie pensó que la investigación para determinar si Tysheem McGregor, un joven estadounidense acusado de participar en una batalla entre pandillas, acabaría en una insólita historia de amor que pondría su caso en tela de juicio.

El joven fue sentenciado en 2017 por su participación en el enfrentamiento ocurrido dos antes, al ser hallado culpable de los delitos de asalto en primer grado, intento de homicidio en segundo grado, uso de armas de fuego y conspiración. Un caso que parecía tener un rumbo normal, luego de que se siguieran los procedimientos legales para enviarlo a prisión, pero que ahora se vio manchado por el inesperado romance entre una jurado y un testigo del caso.

"La del cabello rubio"

Todo ocurrió cuando Xavier Classen, miembro de una banda rival a la de McGregor y que estaba en prisión por crímenes no ligados al caso, compareció como testigo a un tribunal de Nueva York. Su función en el estrado estaba ligada en intentar identificar a McGregor en un video en el que se le vería cometiendo sus delitos, pero sus declaraciones -en las que señalaba al acusado de estar presente en el registro- no fueron lo que llamaron la atención de la jurado número seis.

Según explicó posteriormente la mujer-de la que no se ha revelado su identidad-, se sintió atraída por Classen apenas lo vio en el estrado y de inmediato decidió contactarse de forma periódica con el testigo.

15años de prisión fue sentenciado Tysheem McGregor
En la primera carta que la jurado le envió a Classen, se identificó como "la del cabello rubio", característica que fue suficiente para el receptor del mensaje, que supo de quién se trataba. La misiva contenía también el número de teléfono de ella, aunque no pudieron hablar por esta vía hasta que se entregó la sentencia a McGregor. De ahí en adelante, ambos hablaron hasta cuatro veces al día, lo que se sumó a una que otra visita de la mujer a la prisión.

Todo escaló, y llegó al punto en que Classen le pidió ayuda a un juez con un permiso para casarse con la jurado número seis, quien también solicitó a la Fiscalía que le redujera la pena a su ahora pareja por cooperación en el caso. Esto encendió las alarmas de todos, ya que el caso podría haber sido alterado por esta relación. Ante esto, la defensa del acusado tomó nota y se llevó a cabo una investigación.

Nuevo capítulo

A pesar de los alegatos del equipo de McGregor sobre que este hecho amoroso podría haber perjudicado el dictamen, el juez Robert Soltz, encargado de esta audiencia, determinó que estos sucesos no justificaban revocar la condena.

El New York Daily News consigna en julio de 2018 algunas de las declaraciones de la pareja. Classen llegó a decir que "tú sabes, ella era una de las lindas" y la jurado habló de una conexión, que le gustó lo que vio.

"(Se debe considerar) si la mala conducta de un jurado durante las deliberaciones del juicio privó al acusado de su derecho a un juicio justo"

Dianne Renwick
Además, en Justia, página estadounidense especializada en informaciones legales, la jurado dijo que al ver a Classen por primera vez, sintió que "le gustaría escribir o hablar con él e incluir su número de teléfono" y que se motivó a hacerlo porque "se sintió mal por alguien que realmente intentó cambiar su vida". Asimismo, según ella las declaraciones del testigo no eran relevantes para el caso.

De todos modos, la defensa no consideró suficiente este dictamen y apeló en segunda instancia para revocar los 15 años de cárcel contra McGregor, solicitud que fue aceptada por la Corte de Apelaciones de Nueva York, que de manera unánime falló a favor del acusado, que ahora deberá someterse a un nuevo juicio.

Según explicó la jueza Dianne Renwick, se debe considerar "si la mala conducta de un jurado durante las deliberaciones del juicio privó al acusado de su derecho a un juicio justo", remarcando que un miembro del jurado, "se sintió atraído por un testigo" generando así una conducta "deliberada y flagrante", que revocó la condena de McGregor, quien quizás nunca sospechó de la oportunidad que ahora se le entrega.
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