Los equipos de rescate locales e internacionales continúan buscando posibles sobrevivientes entre los escombros de los edificios derrumbados tras el paso del terremoto de magnitud 6,4 en Albania, que mató al menos a 26 personas y dejó a más de 650 heridos.
Durante la noche, las autoridades dijeron que se había confirmado la muerte de cuatro personas más, y se informó de un fallecimiento más el miércoles por la tarde, elevando el número de muertos a 26, mientras que más de 650 personas resultaron heridas en el sismo que azotó las ciudades costeras del país.
En Durres, la segunda ciudad más grande de Albania, en el Mar Adriático, se encuentran durmiendo en carpas, automóviles y en un estadio de fútbol mientras continúan las fuertes réplicas del terremoto. Otros pasaron la noche en un campo abierto, alrededor del fuego para mantener la temperatura.
Los equipos de rescate continuaron recorriendo los escombros de una villa de cuatro pisos que albergaba a una familia extensa, en busca de sobrevivientes potenciales. Los lugareños dijeron que creían que unas seis personas aún podrían estar en la estructura derrumbada.
Este miércoles las banderas ondeaban a media asta en los edificios públicos de todo el país mientras Albania vivía el día nacional de luto.
Por su parte, el primer ministro de ese país, Edi Rama, agradeció a Grecia y otros países que les han ofrecido su apoyo. "Nos sentimos bien de no estar solos y estoy muy agradecido con todos nuestros amigos", manifestó Rama el martes por la noche, mientras visitaba Durres con el canciller griego Nikos Dendias.
Equipos de rescate y otros expertos en desastres llegaron de más de una docena de países, incluidos Francia, Italia, Grecia, Rumania, Turquía, Serbia y de Estados Unidos.
El terremoto en Albania se produjo el martes y fue seguido por uno más pequeño en el cercano sur de Bosnia y un temblor de magnitud 6.1 el miércoles frente a la costa de la isla de Creta en Grecia. No se informaron daños o lesiones significativas en ninguno de los dos últimos terremotos.