El miércoles España, a través del Ministerio del Interior, respondió la solicitud del Presidente Sebastián Piñera y aceptó prestar colaboración a los policías antidisturbios tras los diversos problemas que ha enfrentado Carabineros tras el estallido de la crisis social hace casi seis semanas en el país, lo que quedó reflejado con el lapidario informe de Human Rights Watch.
En el comunicado dado a conocer por el diario El Mundo de España, se declara que se baraja el envío a Chile de instructores de unidades antidisturbios para que entrenen a la policía chilena, en especial en el tema de "control de masas".
Debido a esto, viajarán mandos operativos de las UIP (Unidades de Intervención Policial) de España para, además de entrenar las actuaciones de la policía frente a un gran número de ciudadanos, también se puedan preparar las vigilancias en zonas sensibles, desde zonas estratégicas, y en revisión y detección de explosivos.
Asimismo, en una segunda fase se evaluaría recibir en el país ibérico a los agentes antidisturbios chilenos de forma gradual para que reciban la misma formación que los agentes de la UIP.
Pero, ¿cómo actúa la UIP? y ¿por qué el Gobierno chileno solicitó su ayuda?
La misión de la UIP
Según reporta la misma entidad en sus estatutos, las UIP son órganos móviles de seguridad pública que dependen del Cuerpo Nacional de Policía de España.
Las UIP o uiperos –como se dicen al interior de las propias fuerzas del orden- tienen la misión de actuar en todo el territorio nacional en lugares para prevenir, donde exista un peligro inminente o donde haya una grave alteración a la seguridad ciudadana en territorio español.
Los agentes de esta rama de las fuerzas del orden se definen principalmente como antidisturbios y antimotines.
Dentro de sus funciones está la colaboración en la protección de los Reyes de España y altas personalidades nacionales y extranjeras; la prevención, mantenimiento y restablecimiento de la seguridad ciudadana; y también la intervención en grandes concentraciones de masas, reuniones en lugares de tránsito público, manifestaciones y espectáculos públicos.
Además, actúan y auxilian en caso de graves catástrofes públicas, se despliegan en situaciones de alerta policial, declarada, por la comisión de delitos de carácter terrorista o de delincuencia común y establecimiento de controles y otros dispositivos policiales. Adicionalmente, protegen lugares e instalaciones si así se determina e intervienen en motines y situaciones de peligrosidad.
Organización
Actualmente la UIP cuenta con 2.600 funcionarios y cada unidad está al mando de un inspector jefe, aunque el tamaño de cada una es distinto. Se dividen en grupos de cincuenta agentes cada uno. Estos grupos operativos se dividen a la vez en subgrupos de 15 miembros liderados por un subinspector. Por debajo está la unidad básica operativa compuesta por un oficial de policía y seis agentes, según explica La Gaceta de España.
La Jefatura de las Unidades de Intervención Policial está ubicada en Madrid, es el mando central de las unidades y coordina su actuación en toda España. También en la capital está la Unidad Central de Intervención (UCI), compuesta por dos grupos que tienen la "facilidad" para desplazarse por todo el territorio nacional en caso de que sean necesarios sus refuerzos.
Las UCI son once grupos de la UIP con sedes en ciudades como: Madrid, Barcelona, Valencia, Sevilla, Granada-Málaga, Pamplona-Bilbao, Valladolid, La Coruña-Vigo, Oviedo, Las Palmas-Santa Cruz de Tenerife y Zaragoza.
Armamento y formas de acción
Por otro lado, el armamento que utiliza esta facción de la policía es muy variado, va desde material antidisturbios no letal para el control de grandes aglomeraciones, hasta rifles de alta precisión que se utilizan en operaciones de control de lugares elevados en objetivos como la protección de altas autoridades.
La UIP cuenta con fusiles de asalto, pistolas, escopetas, subfusiles, pelotas de caucho, bombas de humo y lacrimógenas, granadas lacrimógenas y lanzagranadas.
2.600efectivos tiene la UIP en toda España
A modo de protección, sus efectivos usan escudos balísticos, escudos antidisturbios, chalecos antibalas, cascos de intervención, guantes anticortes y pinchazos, lentes de visión nocturna y binoculares.
Por su parte, la forma de acción que utiliza este tipo de policías para enfrentar las aglomeraciones violentas es, primero, identificar a los instigadores de los desórdenes y solicitar verbalmente la disolución de la concentración. En segundo lugar, se usan herramientas sonoras para avisar la necesidad de que se disuelvan. Y, en el último caso, recurren al uso de la fuerza.
Críticas a la institución
Uno de los episodios donde más se ha criticado el uso de fuerza de las UIP fue en una manifestación que quedó bautizada como el 25-S y que terminó con disturbios y grandes críticas al actuar de esta unidad.
La convocatoria se llevó a cabo el 25 de septiembre de 2012 en Madrid y la idea de los colectivos era manifestarse rodeando el Congreso de los Diputados de España. Durante el desarrollo de la protesta, miles de personas se concentraron en la Plaza de Neptuno de forma pacífica, pero la manifestación terminó siendo disuelta por las UIP hasta la estación Atocha.
Tras esa agitada jornada, donde se registraron violentos enfrentamientos entre manifestantes y la policía, hubo 34 detenidos y 64 heridos, 27 de ellos policías.
Las acusaciones sobre uso excesivo de la fuerza por parte de las policías terminaron con más manifestaciones los días siguientes y con la respuesta de Amnistía Internacional (AI).
La ONG de protección de derechos humanos denunció que las UIP, "sin identificar, golpearon a quienes se concentraban de forma no violenta, dispararon balas de goma y amenazaron a periodistas".
Asimismo el informe mostraba la preocupación de AI por la "falta de normativa" al utilizar el armamento antidisturbios. Ese día la ONG advirtió que estos "abusos en las actuaciones de las agentes de la UIP" podrían empeorar por el aumento de las manifestaciones. Además, destacaron que en la última década , 23 personas perdieron un ojo por el uso de las balas de goma por parte de la policía.
Cabe recordar que el pasado domingo, Piñera anunció que recibiría la asesoría profesional de las policías de Inglaterra, España y Francia "para poder enriquecer las estrategias y el procedimiento operativo, y para poder mejorar los mecanismo de control del orden público, para dar un mejor resguardo a nuestros compatriotas", solicitud que luego fue confirmada por el país ibérico.
Esto, tras darse a conocer las conclusiones del informe de Human Rights Watch sobre las "graves violaciones" a los derechos humanos ocurridas en el país por parte de los policías antidisturbios contra los manifestantes desde el estallido de la crisis social el pasado 18 de octubre.