Un grupo de hombres prendió fuego este jueves a una víctima de violación en el norte de la India cuando la mujer se dirigía a un tribunal a testificar por su caso, ocurrido hace un año, en un nuevo acto de agresión en el país asiático que esta semana ha vivido importantes protestas contra este tipo de delitos.
El ataque ocurrió aproximadamente a las 04:30 horas (20:00 horas del miércoles en Chile) cuando la víctima salía de su aldea, en el distrito de Unnao, hacia la ciudad de Raebareli en el estado de Uttar Pradesh, dijo a Efe Gaurav Kumar, un oficial de la Policía local.
Según apuntaron varios medios locales, la mujer de 23 años fue atacada justo cuando se dirigía a
la audiencia del caso de violación que denunció en marzo pasado y ocurrió en diciembre de 2018, cuyo principal responsable fue liberado hace una semana.
La víctima identificó a cinco hombres antes de ser trasladada al hospital de la ciudad de Lucknow, la capital regional, donde es atendida.
"Las cinco personas que nombró fueron arrestadas", dijo Kumar, que no precisó la implicación de los sospechosos en el ataque, ni si el presunto violador se encuentra entre los detenidos.
Según el agente, "el acusado de la violación estaba en libertad bajo fianza (desde) el 30 de noviembre".
Las autoridades se han comprometido a aplicar un castigo ejemplar por la agresión, que ocurre en medio de la indignación del país por la falta de contundencia ante este tipo de crímenes.
"La defensa del honor de las hijas de este estado es una tarea del Gobierno. La violación es un lastre de la sociedad. No debe haber espacio en la sociedad para semejante acto. Deben tomarse severas acciones contra los violadores", publicó hoy en Twitter la oficina del jefe de Gobierno de Uttar Pradesh, Yogi Adityanath.
Esta semana tuvieron lugar numerosas protestas en distintas ciudades de la India para exigir más severidad en el castigo a los violadores.
Las leyes contra las agresiones sexuales se endurecieron en la India después de que una joven universitaria muriese tras ser violada y torturada por seis hombres en un autobús en 2012 en Nueva Delhi, en un caso que trascendió las fronteras, y que marcó un antes y un después, aunque no evitó que estos delitos sigan repitiéndose.