Este domingo cientos de miles de personas prodemocracia repletaron las calles de la ciudad Hong Kong, en el marco de a llamada "Marcha del día de los derecho humanos". A seis meses del inicio de las protestas, el llamado es que el Gobierno responda "a cinco exigencias para cumplir con el deber de proteger los derechos humanos".
La manifestación es la primera marcha convocada por el Frente Civil de Derechos Humanos (CHRF) que recibe la aprobación de la policía desde el 21 de julio, día desde el que sistemáticamente se prohibieron las movilizaciones convocadas por esta organización y sólo se autorizaron concentraciones estacionarias, aunque se han permitido marchas de otros convocantes.
El CHRF advirtió de que la de hoy es la "última oportunidad" para que la jefa del Ejecutivo hongkonés, Carrie Lam, cumpliera con las cinco demandas principales de los manifestantes, que incluyen una investigación independiente sobre el manejo de las protestas por parte de la policía, una amnistía para los arrestados y el sufragio universal.
"El Gobierno de Hong Kong debe responder a nuestras cinco exigencias para cumplir con el deber de proteger los derechos humanos internacionales y defender la dignidad humana", instaron los organizadores en un comunicado.
Con cánticos de "Lucha por la libertad, apoya a Hong Kong" o el himno "Gloria a Hong Kong", activistas antigubernamentales, jóvenes y mayores, marcharon desde Victoria Park, en el bullicioso distrito comercial de Causeway Bay hasta Chater Road, cerca del corazón del distrito financiero.
Con la intención de dejar clara su ira hacia Beijing y hacia Lam, los participantes levantaron las manos para exigir que se cumplan las cinco demandas, entre las que está también una investigación independiente sobre las denuncias de brutalidad policial.
Horas antes de la manifestación, el Gobierno local emitió un comunicado en el que mostró su esperanza en que la gente, "al expresar sus puntos de vista y luchar por sus propios derechos y libertades, pueda consagrar los principios de la Declaración Universal de los Derechos Humanos para que se respeten los derechos y libertades de los demás".
El Gobierno se mostró favorable a "entablar diálogos, basados en la ley y en un ambiente pacífico y de confianza mutua" y afirmó que, tras la crisis del proyecto de ley de extradición que dio inicio a las protestas, "ha aprendido la lección y escuchará y aceptará humildemente las críticas".