El Gobierno de Argentina informó este jueves de un nuevo protocolo de acción para los casos de aborto no punibles, como la violación o en los casos donde existan riesgos para la vida de la madre, con el objetivo de "actualizar" el proyecto que el anterior Ejecutivo de Mauricio Macri decidió revocar.
El ministro de Salud, Ginés González García, presentó el proyecto en la Casa Rosada, donde criticó al anterior Gobierno, por sus decisiones respecto a este tema, "ha generado confusión e intimidación sobre los profesionales que tienen que cumplir con la ley".
Meses atrás, bajo el Gobierno de Macri, algunos médicos fueron denunciados ante la Justicia por practicar abortos pese a que estaban permitidos por la normativa argentina. El nuevo protocolo, realizado bajo los estándares establecidos por la Organización Mundial de la Salid (OMS) busca evitar esas confusas situaciones.
González García recalcó que el protocolo pretende ser "una guía de procedimiento", que cuente con el respaldo suficiente, el cual no tiene todavía debido a la división administrativa de Argentina, dijo.
"Esto es un país federal y mucho depende de que se adhieran las provincias. Ya hay muchas que se han unido, pero lamentablemente algunas provincias grandes, como Buenos Aires, por ejemplo, no aprobaron el protocolo", lamentó según publicó el diario local La Nación.
"Lo que estamos haciendo nosotros es dar un instrumento sanitario para que se cumpla no solo con la ley, sino con los derechos de las personas", insistió el ministro de Salud.
El nuevo instructivo fija un plazo de diez días al personal de la salud para interrumpir el embarazo a partir del momento que la mujer manifiesta su voluntad de realizarse al aborto. También contempla la objeción de conciencia de los médicos, pero aclara que ésta es individual y no institucional, por lo que todo establecimiento médico está obligado a realizar la práctica.
Si bien el anuncio de este jueves fue celebrado por grupos proaborto como una señal para retomar el debate por la despenalización en el Congreso, el ministro García fue más precavido.
"Primero que se apliquen las leyes vigentes de salud sexual y reproductiva, educación sexual. Son todas leyes de bajo nivel de aplicación", recordó el ministro, que está a favor de legalizar el aborto. "El pensamiento del Presidente y mío lo conocen. Pero exige un trámite parlamentario, exige un tiempo distinto", expresó.
El tema del aborto es muy controvertido en Argentina. Poco antes de la salida de Macri del Gobierno, su secretario de Salud, Adolfo Rubinstein, presentó su dimisión, después de que intentara de manera unilateral aplicar un protocolo similar y encontrarse con la negativa del Ejecutivo.