Esta semana, miles de personas han salido a manifestarse -por segunda semana consecutiva- en varias ciudades de la India para mostrar su rechazo contra la Ley de Ciudadanía (CAB) para migrantes auspiciada por el Gobierno. Tras varias jornadas que han terminado en enfrentamiento, las marchas se han vuelto cada vez más violentas, y ya se registran 15 muertes relacionadas con los hechos.
Pero, ¿por qué hay un rechazo tan amplio a la ley gubernamental?
La nueva ley
La ley de Ciudadanía viene a reemplazar a la norma que está vigente hace 64 años y que prohíbe que los migrantes ilegales pasen a ser ciudadanos de la India, explicó la BBC.
La antigua legislación considera como "ilegales" a los inmigrantes que ingresan al país sin un pasaporte vigente o documento de viaje, o a los que se quedan en la India más tiempo del permitido. Esas personas pueden ser deportadas o detenidas.
Pero la nueva ley, que se aprobó el pasado 11 de diciembre, anula la normativa que señala que una persona debe vivir o trabajar para el Gobierno federal un mínimo de 11 años para solicitar la ciudadanía.
Ahora solo se exigirá un mínimo de seis años a los extranjeros para poder iniciar el proceso para optar por la ciudadanía o la nacionalidad. Asimismo, la nueva ley sostiene que las personas con una "tarjeta de ciudadanía india de ultramar" – estatus migratorio que permite a los inmigrantes de origen indio vivir y trabajar indefinidamente- arriesguen perderla si violan las leyes locales.
Según informó Reuters, el Gobierno expuso además que la ley será proseguida por un registro de ciudadanía en el que los musulmanes del territorio deberán demostrar que son residentes originales de la India y no refugiados que vienen de Pakistán y Bangladesh. Esto podría provocar que muchos de ellos queden en estado de apátridas.
Por su parte, la nueva ley beneficiaría entonces a hindúes, cristianos y miembros de otras minorías religiosas que entraron a la India antes de 2014 de forma irregular pero que pueden demostrar que sufrieron persecución religiosa en los dos países anteriormente nombrados.
Rechazo del mundo musulmán
Pero el rechazo que se ha hecho sentir en las calles los últimos días se debe al último punto de la ley. Uno de los grupos que se opone a la nueva Ley de Ciudadanía sostiene que esta es "excluyente" y que viola los principios seculares estipulados en la propia constitución de ese país, ya que señalan que la fe no puede ser objeto de condición para poder acceder a la ciudadanía.
La Carta Magna de la India prohíbe cualquier forma de discriminación religiosa contra sus ciudadanos y garantiza la igualdad de todas las personas ante la ley.
Respecto a este tema, el parlamentario musulmán Asaddudin Owaisi, expresó que la nueva ley "es peor que las leyes de Hitler" y que es "una conspiración para convertir a los musulmanes en apátridas".
Por su parte, Gautam Bhatia, abogado radicado en Delhi, explicó que al dividir a los próximos inmigrantes entre musulmanes y no musulmanes, el proyecto de ley "busca explícita y descaradamente consagrar la discriminación religiosa en la ley, en contra de nuestra ética constitucional secular de larga data".
Asimismo, el historiador Mukul Kesavan dijo que la normativa está "aparentemente dirigida a los extranjeros, pero su objetivo principal es la deslegitimación de la ciudadanía musulmana".
Algunos de los representantes musulmanes de la oposición detallaron que la ley afecta de forma directa a su comunidad –que tiene más de 170 millones de adeptos- y que son el mayor grupo minoritario de la India.
Más de 700 representantes indios, incluidos abogados, académicos y actores, han firmado una declaración que reprueba el proyecto de ley.
Por otro lado, en representación del Gobierno, el ministro del Interior, Amit Shah, defendió la ley enfatizando que busca ayudar a las minorías perseguidas en países vecinos de mayoría musulmana. "Nadie le está quitando la ciudadanía a los musulmanes de India", aseveró Shah. "Este es un proyecto de ley para otorgar ciudadanía, no para quitarla", agregó.
Contexto social
Desde que el Parlamento aprobó la ley la semana pasada, las protestas comenzaron en el noreste de ese país por el sentimiento antiinmigrante y en otras localidades por la exclusión de los musulmanes.
"Es una conspiración para convertir a los musulmanes en apátridas"
Parlamentario musulmán Asaddudin Owaisi
En el estado de Tripura el Gobierno desplegó tropas y también se llevaron refuerzos a Assam, ambas zonas fronterizas con Bangladesh, donde los ciudadanos no se han mostrado de acuerdo con la llegada de extranjeros.
Esto, debido a que temen que la llegada de migrantes en masa aumente la competencia por las tierras y altere el equilibrio demográfico.
Assam ha sido la zona más afectada por las manifestaciones , ya que en ese lugar en agosto pasado dos millones de personas quedaron afuera del registro de ciudadanos. Las autoridades han bloqueado el acceso a internet en 10 distritos de esa localidad para evitar focos de violencia.
Por su parte, en Guwahati se declaró toque de queda luego de violentos enfrentamientos entre las fuerzas policiales y los manifestantes.
Al día de hoy, la información oficial recolectada cifra en 15 los muertos producto de las protestas.