Los fiscales estatales de Río de Janeiro están detrás de dos investigaciones vinculadas al senador.
La primera surgió de un reporte de un regulador financiero que señaló pagos irregulares que involucran a Fabricio Queiroz, quien era chofer de Flávio Bolsonaro cuando fue legislador estatal. La investigación también abarca acusaciones sobre que el senador pudo haber contratado empleados fantasmas como parte de su personal legislativo, el cual le entregaba parte de su salario.
Esa pesquisa procede bajo precinto, lo que significa que los fiscales no han comentado públicamente los detalles. Sin embargo, reportes de medios locales —basados en filtraciones— señalan que los reguladores reportaron pagos de 1,2 millones de reales (unos 295.000 dólares) o más.
Bolsonaro publicó un video en su cuenta de Facebook el jueves en el que criticó lo que llamó filtraciones selectivas de información que ha manchado su imagen. Dijo que no se ha hecho ninguna acusación formal.
Los fiscales estatales también revisan una posible "falta administrativa", con base en acusaciones de que el senador empleó en algún momento "asesores fantasmas" que no desempeñaron ningún deber parlamentario.
El periódico O Globo informó que Flávio Bolsonaro es investigado por presunto lavado de dinero a través de la compra de dos departamentos en el vecindario de Copacabana a un precio menor al del mercado y su posterior reventa por una ganancia significativa. Esto de acuerdo con documentos de la fiscalía a los que el diario dice que tuvo acceso.
En el video de Facebook, el senador reconoció comprar las propiedades de "un grupo de inversionistas estadounidenses que abandonaban Brasil". Señaló que tuvo la oportunidad de adquirir los apartamentos a un buen precio. "¿Tengo que comprar más caro para evitar cualquier sospecha? ¿Qué locura es esa?", manifestó.
Según medios locales, la investigación no se detiene con el hijo del Mandatario. Reportes anteriores vincularon un pago del ex chofer del senador Bolsonaro a la esposa de su padre. Citando acceso a la pesquisa, diarios locales también han reportado que nueve familiares de la ex esposa del Presidente estaban entre los 24 objetivos de los registros de esta semana.
Acusan a los fiscales y a los medios de atacarlos en un intento de socavar el gobierno del Presidente.
En el video, Flávio Bolsonaro criticó la filtración constante de información. "Me disculpo con el poder judicial, porque este es un proceso que está bajo precinto, pero no puedo permanecer callado ante estas continuas y repetidas filtraciones", aseveró.
Ante los periodistas el mismo jueves, el Presidente Bolsonaro señaló que no comentaría sobre asuntos que involucran a otras personas o sobre decisiones tomadas por otras autoridades. "Brasil es mucho más grande que problemas pequeños. Hablo por mí mismo. Mis problemas, pueden preguntar sobre eso y responderé. Sobre otros, no tengo nada que ver con eso", comentó.
Jair Bolsonaro ha dicho en ocasiones anteriores que el depósito que realizó el ex chofer de su hijo a la cuenta de su esposa fue el pago de una deuda.
En mayo, los fiscales emitieron un comunicado público que abordó algunas de las críticas planteadas nuevamente en el video publicado el jueves. El comunicado señalaba que Flávio Bolsonaro había estado muy presente en los medios, pero que no había acudido aún a la fiscalía pese a varias invitaciones. El abogado del senador no respondió a una petición enviada por The Associated Press en busca de comentarios.
Los fiscales añadieron que el hijo del Mandatario, a diferencia de otros legisladores que están bajo investigación, había enfocado sus esfuerzos en tratar de evitar la pesquisa o en solicitar al Supremo Tribunal de Brasil que la detuviera.
Los reportes de los medios han hecho que los brasileños se pregunten si el Presidente debería mantener su política de tolerancia cero en torno a la corrupción si un familiar se ve implicado en un delito.
Jair Bolsonaro, ex capitán del ejército, realizó su campaña presidencial con la promesa de tener mano dura con la corrupción, un problema que ha azotado al país en los últimos años, en medio de la pesquisa Lava Jato sobre una amplia red de corrupción para obtener contratos del gobierno. Dicha investigación ha involucrado a decenas de políticos y ejecutivos empresariales.
Un 55% de los brasileños votaron por Bolsonaro, eligiéndolo sobre su adversario izquierdista del Partido de los Trabajadores, que se vio involucrado en la pesquisa Lava Jato.