El periodista brasileño Leo Veras (62) investigaba el narcotráfico y violencia cerca de la frontera de Paraguay, cuando recibió 12 disparos por la espalda en su domicilio en la ciudad de Pedro Juan Caballero.
Veras dirigía el portal de noticias Pora News y era conocido por su trabajo de investigación sobre corrupción, tráfico de drogas, armas y contrabando de tabaco en la frontera entre Paraguay y Brasil, una zona considerada de alto riesgo por la Relatoría para la Libertad de Expresión de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos (CIDH).
"El periodista se encontraba comiendo junto a su mujer cuando tres supuestos sicarios enmascarados entraron a su casa y abrieron fuego, propinando 12 disparos", informó el fiscal paraguayo Marco Amarilla.
El jefe de policía Ignacio Rodríguez Villalba aseguró que "el asesinato está vinculado a las informaciones que el periodista solía publicar sobre el crimen organizado en la zona, la cual se considera de alto riesgo", y subrayó que "las fuerzas de seguridad están haciendo todo lo posible para esclarecer lo sucedido".
Hace ocho años atrás Vera contó con resguardo policial debido a las constantes amenazas que sufrió por parte de pandillas que operaban en la zona, lo que según el jefe de la policía asegura que el hecho "fue tramado por sicarios".
El relator especial para la Libertad de Expresión de la CIDH, Edison Lanza, condenó el asesinato y expresó su solidaridad con la familia del reportero. "Esa frontera es zona silenciada y de alto riesgo. El Estado debe prevenir, investigar y sancionar", expresó en su cuenta de Twitter al conocer el caso.
El fiscal Amarilla informó que la policía logró incautar el computador y el celular de la victima con el fin de indagar la posible motivación de los asesinos.
Muchas organizaciones criminales brasileñas operan en Paraguay, uno de los mayores productores de marihuana de Latinoamérica. Gran cantidad de esta droga es trasladada a países como Brasil, Argentina o Uruguay de forma ilegal.
De la cárcel de Pedro Juan Caballero escaparon recientemente más de medio centenar de miembros de una de las bandas criminales más grandes de América del Sur, la brasileña Primer Comando da Capital (PCC).
