Estudiantes retornar a clases en Beijing, China (11 de mayo de 2020).
EFE
Los alumnos de Beijing volvieron este lunes clases con pulseras electrónicas que dan una alerta en caso de fiebre, en momentos en que China teme una nueva oleada de contagios de covid-19.
Este dispositivo es el último ejemplo hasta ahora del masivo uso de nuevas tecnologías en China para intentar controlar a un virus que oficialmente ha contaminado en el país a 83.000 personas, y que ha causado 4.633 muertos.
China, primera nación afectada por el nuevo coronavirus, cerró todos sus colegios en enero. Desde esa fecha, el año escolar se llevaba a cabo en línea.
Estos brazaletes inteligentes proporcionan en tiempo real la temperatura de los alumnos. Asimismo, los padres y los centros educativos pueden vigilar la situación a través de una aplicación de celulares, según informó el Diario de Pekín.
En caso de arrojar temperatura anormal -superior a 37,2 grados- la pulsera envía una señal a los profesores que son instados a alertar a la policía, precisó el diario.
Este dispositivo se encuentra en fase de prueba en cinco distritos de la capital china.
Los controles de temperatura, el uso obligatorio de mascarilla y las medidas de distancia física se han convertido en la norma en los establecimientos escolares del país, donde las autoridades temen un rebrote de contagios.
Aunque China mantiene controlada la epidemia en su territorio, el país registró el lunes 17 nuevos casos, diez de origen local, especialmente en Wuhan (centro), metrópolis que estuvo durante dos meses en cuarentena y donde el virus fue descubierto a fines del año pasado.
