El primer ministro japonés, Shinzo Abe, prometió el lunes un presupuesto de 400.000 millones de yenes (3.700 millones de dólares) para reconstruir las regiones del país destruidas por las inundaciones y los deslizamientos de tierra que causaron al menos 72 muertos.
Abe anunció este monto en su desplazamiento a la prefectura de Kumamoto, en la isla de Kyushu, la más afectada por las lluvias torrenciales de hace casi 10 días, que luego azotaron las zonas del centro del país.
"Haremos todo lo que podamos", aseguró el primer ministro.
Durante la visita, se detuvo unos instantes delante de una residencia de ancianos en memoria de las 14 personas que murieron allí ahogadas, atrapadas por las inundaciones.
Hasta la fecha, el balance total de las inundaciones es de 72 fallecidos, pero prosiguen las operaciones de búsqueda para encontrar una decena de personas que siguen desaparecidas.
La semana pasada, fueron movilizados hasta 130.000 efectivos de rescate, entre ellos muchos miembros de las Fuerzas de Autodefensa japonesas, para evacuar a miles de habitantes bloqueados por las inundaciones y los corrimientos de tierra.
En plena época de lluvias en Japón, la agencia meteorológica nacional advirtió el lunes que todavía podían sucederse violentos temporales.
