La noche del 13 de noviembre de 2015, varios comandos yihadistas atacaron distintos puntos de la ciudad de París, dejando 130 fallecidos y 350 heridos en las terrazas parisinas, en la sala de espectáculos Bataclan y en el exterior del Stade de France, a las afueras de la capital.
Tres de las víctimas fatales eran chilenas: un hombre de 32 años que vivía en la ciudad; una mujer de 61 años -sobrina del ex embajador de Chile en México, Ricardo Núñez-; y su hija de entonces 35 años.
Estos son los atentados más mortíferos cometidos en Francia y los primeros a manos de suicidas. Cinco años después, la herida continúa abierta.
Estadio de Francia
21:20 y 21:53 horas. En el Stade de France, en Saint-Denis, se celebra un partido amistoso entre Francia y Alemania, con cerca de 80 mil espectadores. Tres atacantes suicidas se hacen estallar a las puertas del estadio, provocando la muerte de dos civiles.
El entonces presidente, François Hollande, fue evacuado discretamente del estadio para no provocar una estampida entre los miles de aficionados. Las entradas y salidas estuvieron cerradas hasta el final del partido.
Las terrazas de París
21:25 horas. Al mismo tiempo, un comando de tres hombres que circulaba en un Seat negro por el este de la capital ametralló varias terrazas parisinas, que a esas horas estaban abarrotadas. En media hora murieron 39 personas heridas por fusiles de asalto.
El restaurante Le Petit Cambodge (La Pequeña Camboya) y el bar Le Carillon, cerca del canal Saint-Martin, fueron los primeros blancos. Eran las 21:25 horas. Les siguieron el bar A la Bonne biere, la pizzería Casa Nostra y el bistró La Belle équipe. Uno de los atacantes se hizo estallar en la cafetería Comptoir Voltaire, dejando varios heridos.
Teatro Bataclan
21:40 horas. A dos kilómetros, en la sala Bataclan, el grupo de rock californiano Eagles of Death Metal actuaba ante 1.500 personas.
Mientras sonaba la canción "Kiss the devil" ("besa al diablo"), un tercer comando irrumpió en la sala de conciertos y comenzó a disparar. La matanza terminó con 90 víctimas fatales.
Algunos supervivientes se escondieron o se hicieron pasar por muertos entre los cadáveres, otros lograron escapar.
22:00 horas. Un comisario de la policía entró en la sala y mató a un atacante, cuyo cinturón explotó. Los otros dos yihadistas, que retenían rehenes en la planta de arriba, murieron por el estallido de sus cinturones explosivos cuando las fuerzas de élite dieron un asalto a las 00:18 horas.
Investigación
La organización Estado Islámico reivindicó los atentados. Los investigadores iniciaron una búsqueda para localizar a los terroristas que se dieron a la fuga y a sus cómplices.
El belga Abdelhamid Abaaoud era una figura del yihadismo en Siria. Fue el presunto coordinador de los ataques y atacante de las terrazas. Murió el 18 de noviembre en el asalto policial a un apartamento en Saint-Denis, al igual que un cómplice que se hizo estallar y una prima que les había encontrado el refugio.
190personas murieron en los ataques en París en 2015
El único miembro vivo de los comandos, el francobelga Salah Abdeslam, fue detenido cuatro meses después en Bruselas. Será juzgado a principios de 2021 en París junto con otros 19 sospechosos (encargados de la logística, del transporte, presuntos intermediarios), cinco de ellos en ausencia que probablemente hayan muerto en la zona sirioiraquí.
Francia en la actualidad
Hoy existen asociaciones de las víctimas de los atentados: Life of Paris, que agrupa en su mayoría a sobrevivientes; y 13once15 Fraternidad y Verdad, compuesta por familiares.
Philippe Duperron, presidente de esta última, perdió a su hijo Thomas en los ataques. "La pérdida de un hijo es lo más irreparable que hay. No llegas a olvidarlo. Siempre hay algo que te recuerda ese momento: un ruido, una situación, y entonces el dolor vuelve", relata a EFE.
Pero el temor en Francia persiste. El asesinato de un profesor a mediados de octubre tras haber mostrado en clase caricaturas de Mahoma, hasta el asesinato de tres personas en una iglesia de Niza a finales de ese mes, elevaron el nivel de vigilancia terrorista por parte de las autoridades.
"El antes y el después de esa fecha es individual y colectivo. El individual es el hecho de llevar en sí el dolor, y el colectivo es la toma de conciencia de la permanencia de la amenaza", sostiene Duperron.
