La edad de los dos fallecidos era un signo irrefutable del fenómeno: Inti Sotelo, de 24 años, y Jack Bryan Pintado, de 22. Ambos murieron en las protestas que se desarrollaron en Lima durante el fin de semana, y la gente comenzó pronto a llamarlos los "héroes del Bicentenario".
El concepto flotaba en el aire. El jueves pasado, la socióloga de la Pontificia Universidad Católica del Perú, Noelia Chávez, lo asignaba a la multitud de protestantes por primera vez en su cuenta de Twitter. "La Generación del Bicentenario. Los marchantes. Merino tiene que dar un paso al costado", dijo junto a una foto de las masivas manifestaciones, antes de que el Presidente interino, efectivamente, renunciara. Antes también de que Inti y Bryan perdieran la vida.
"La Generación del Bicentenario está dando el ejemplo en las calles", dijo además la ex ministra de Economía, María Antonieta Alva. Ellos mismos aceptan la imagen. "Acabamos de despertar y somos la juventud, la generación Z, los que hemos salido a luchar por lo que merecemos como país", dijo Jenny Fernández a EFE, una joven manifestante que celebraba este domingo la renuncia de Merino.
"Se acuña la frase en un momento adecuado", explica la socióloga de la PUCP luego del turbulento fin de semana peruano, en conversación con RPP Noticias. "Es una frase que cobra mucho sentido, porque no encontrábamos en el país una forma apropiada de ver nuestro bicentenario: era una celebración a la independencia, un recuento que no habíamos logrado como nación, lo cual es bastante triste. Es un bicentenario que la pandemia nos ha robado y la crisis política también".
Perú se alistaba desde antes de la crisis para celebrar sus 200 años de independencia este 2021. En ese contexto, estallado el conflicto, quienes repletaron las calles fueron en su mayoría jóvenes que antes no se habían involucrado en política. "Son una generación que sabe conjugar el disparador de la protesta, que es la indignación generalizada por una clase política muy desprestigiada y muy débil, pero que también conjuga las formas de territorializar el conflicto o la protesta", explica Chávez.
"No viven con los fantasmas del pasado. Es una generación que está logrando quitarle el estigma radical a la protesta para volverla a mostrar como un acto ciudadano"
Noelia Chávez, socióloga
La protesta ha sido "creativa" y se ha utilizado para ella "otros repertorios", como el "uso intensivo de las redes sociales" para informarse, organizarse, convocar, visibilizar los reclamos y también viralizarlos "en vivo y en directo". "Esa es una diferencia que antes no existía: lo que pasa en la protesta ahora se ve", dice Chávez.
Se trata de una generación, explica la socióloga, que ha crecido en el periodo del retorno a la democracia y la "bonanza económica", pero "que perciben que algo anda mal con este crecimiento", porque no se traduce en que todos se conviertan en "ciudadanos plenos". "Además, no vive con los fantasmas del pasado. Es una generación que está logrando quitarle el estigma radical a la protesta para volverla a mostrar como un acto ciudadano", dice. Las generaciones que les precedieron, comenta, "han vivido procesos muy difíciles".
Los mismos manifestantes repiten: "A nosotros no nos van a callar". "Creo que ese es el espíritu de la Generación del Bicentenario", señala Chávez. "No le tienen miedo a hablar en el espacio público, porque el espacio público no solo es la calle, sino también el espacio virtual, donde están constantemente expresándose frente a lo que ocurre e informándose", cierra.
