La escalada militar entre Israel y Hamas, que deja más de 30 muertos, se intensificó este martes con una lluvia de cohetes lanzados por el grupo islamista contra Tel Aviv y los intensos bombardeos del ejército israelí en la Franja de Gaza.
Tras una andanada de disparos de cohetes contra Tel Aviv el martes por la noche, Hamas aseguró que había lanzado 110 cohetes contra la metrópoli israelí en "represalia por la reanudación de bombardeos contra edificios en los que viven civiles".
El movimiento armado, en el poder en Gaza, también anunció los disparos de más de 100 cohetes contra Beerseva, en el sur de Israel, donde se activaron las alarmas.
La comunidad internacional ha pedido calma y los países musulmanes han expresado indignación por lo que es el peor estallido de violencia en años entre el movimiento islamista e Israel, desencadenado por los disturbios de Jerusalén Este.
De lado palestino, los bombardeos de los aviones y helicópteros israelíes dejan al menos 35 muertos, de ellos 12 menores, y más de 230 heridos, según el Ministerio de Salud en Gaza. Responsables de Hamas y de la Yihad Islámica, segundo grupo armado de Gaza, perecieron en los bombardeos, confirmaron ambos grupos.
En Israel, tres personas murieron en las explosiones de los cohetes palestinos y decenas resultaron heridas, según la policía y los servicios de socorro.
Se dirigen hacia una "guerra a gran escala"
La noche del martes, un edificio de doce pisos en el centro de la ciudad de Gaza, donde las principales figuras de Hamas tenían sus oficinas, fue destruido en un bombardeo israelí, constató un periodista de AFP. Hamas también informó de la destrucción, en el centro de Gaza, de otro edificio de nueve plantas que albergaba viviendas, comercios y una cadena de televisión local.
Según varios testigos, varios misiles cayeron en el edificio.
En ese contexto, el
enviado especial de la ONU para Oriente Medio, Tor Wennesland, advirtió que Israel y Hamas se dirigen hacia una "guerra a gran escala" y pidió a las partes que pongan fin "inmediatamente" a los enfrentamientos. "Una guerra en Gaza sería devastadora y la gente pagaría el precio", dijo Wennesland en Twitter.
"Desde ayer (lunes) el ejército llevó a cabo centenares de ataques contra Hamas y la Yihad Islámica en Gaza (...) y vamos a intensificar aún más la fuerza de nuestros ataques", advirtió más temprano Netanyahu, quien agregó que Hamas "va a ser golpeado de una manera que no se espera".
"Todavía hay muchos objetivos en la mira. Esto es solo el comienzo", dijo por su parte el ministro de Defensa, Benny Gantz, que fue jefe del ejército durante el último conflicto en Gaza en 2014.
En tanto, el líder de Hamas, Ismael Haniyeh, respondió en un discurso televisado que "si (Israel) quiere una escalada, estamos preparados y si quiere detenerse también estamos listos".
Asimismo, instó a las fuerzas del orden israelíes a que se retiren de la Explanada de las Mezquitas en Jerusalén Este -tercer santuario del Islam- donde los enfrentamientos diarios entre palestinos y la policía israelí han causado más de 700 heridos desde el viernes.