El primer ministro británico, Boris Johnson, arremetió este jueves contra los antivacunas y su "palabrería", instando una vez más a los británicos a vacunarse contra el virus del covid-19 cuando la variante Ómicron aumenta la presión sobre el sistema hospitalario.
Durante una visita a un centro de vacunación en Northampton, en el centro de Inglaterra, Johnson consideró que "tal vez el 30, 40%" de los pacientes hospitalizados debido al coronavirus "no están vacunados".
La "gran mayoría" de los pacientes actualmente en cuidados intensivos no se vacunaron y la "abrumadora mayoría no ha recibido una dosis de refuerzo", agregó, llamando a todo el que aún no lo haya hecho a ponerse la inyección.
"También quiero decirles a los activistas antivacunas", que "ponen esta palabrería en las redes sociales, que están completamente equivocados", fustigó, lanzando su más duro ataque hasta ahora contra los opositores a la vacuna del covid-19.
"Qué tragedia tener esta presión sobre la sanidad pública, todas las dificultades que están teniendo nuestros médicos y enfermeras, y que la gente diga tonterías sobre la vacunación", insistió. "Creo que es hora de que yo, el gobierno, les llamemos la atención sobre lo que están haciendo", agregó.
Estas declaraciones se producen después de que unas palabras del Presidente francés
Emmanuel Macron, publicadas el martes por el diario Le Parisien, en que afirmaba querer "fastidiar" a los no vacunados, provocasen una fuerte polémica en Francia.
Johnson reiteró, sin embargo, su compromiso con un enfoque voluntario en el Reino Unido, donde la vacunación sólo es obligatoria para los trabajadores sanitarios: 60% de los mayores de 12 años recibieron la dosis de refuerzo y 82% las dos vacunas iniciales.
Uno de los países más castigados de Europa por la pandemia, con casi 150.000 muertos, el Reino Unido registra actualmente récords de nuevos casos, propulsados por la más contagiosa variante Ómicron, rozando los 200.000 diarios.