Los servicios de inteligencia de Dinamarca se inquietan, en un informe publicado este jueves, del incremento de las actividades de espionaje en este país escandinavo, cuyo jefe de inteligencia militar está actualmente encarcelado acusado de filtrar documentos confidenciales.
"Un cierto número de Estados extranjeros desarrollan activamente actividades de espionaje contra Dinamarca y la amenaza de espionaje ha aumentado estos últimos años", resumen los servicios de inteligencia PET en un comunicado.
Según el informe, la amenaza procede principalmente de Rusia, China e Irán.
"China hace grandes esfuerzos para transferir tecnología", explicó al diario Politiken el jefe de contraespionaje de PET, Anders Henriksen.
Según él, la amenaza está latente en algunos intercambios universitarios.
"Algunos tipos de investigaciones que, incluso en una etapa muy precoz, podrían ser utilizados para fines militares, podrían suponer un problema", señaló.
El informe sale en un momento delicado para los servicios de inteligencia daneses.
Una investigación de la televisión pública DR en mayo mostró que Washington usó hasta 2014 la red de cables submarinos daneses para escuchar a dirigentes de Alemania, Suecia, Noruega y Francia, entre ellos la ex canciller Angela Merkel.
Además, el jefe de inteligencia militar danés, Lars Findsen, está encarcelado desde hace un mes por la filtración de documentos confidenciales.
La investigación es secreta pero, según la prensa local, el caso apunta a la transferencia de información clasificada a medios daneses.