Corea del Norte informó este martes del lanzamiento de dos misiles tácticos guiados un día antes, en su cuarto ensayo armamentístico desde principios de año.
Esta reactivación del programa armamentístico norcoreano llevó a Estados Unidos a imponer nuevas sanciones al aislado régimen comunista que, sin embargo, sigue rechazando las ofertas de negociación de Washington.
Pyongyang respondió a las nuevas sanciones enfatizando su
"derecho legítimo" a defenderse y en lo que va de 2022 ha probado misiles hipersónicos, misiles tácticos guiados y proyectiles lanzados desde una plataforma ferroviaria.
El ensayo más reciente, denunciado en la víspera por Corea del Sur, implicó dos "misiles tácticos guiados" que "impactaron con precisión una isla objetivo en el mar del Este de Corea", señaló la agencia oficial KCNA el martes.
El lanzamiento "confirmó la precisión, la seguridad y la eficiencia de la operatividad del sistema de misiles en producción", añadió.
En la víspera, el Ejército surcoreano había señalado
el lanzamiento de dos supuestos "misiles balísticos de corto alcance" desde cerca de Pyongyang, que habrían recorrido 380 kilómetros a una altitud de 42 kilómetros. Japón también detectó el disparo.
Este espiral de nuevos ensayos llega en un momento delicado en la región: China, el principal aliado de Pyongyang, acoge en poco más de dos semanas los Juegos Olímpicos de Invierno de Beijing y Corea del Sur se prepara para unas elecciones presidenciales en marzo.
Crisis económica
El régimen norcoreano aprovecha la excusa de las sanciones estadounidenses para llevar a cabo pruebas planificadas previamente para estrechar su diferencia armamentística con el Sur, indicó un analista.
Pyongyang "está muy lejos en este punto en su rivalidad con Seúl", dijo Cheong Seong-chang, del Centro de Estudios de Corea del Norte del Instituto Sejong.
"Aunque tenga el arma nuclear,
no está en posición de usarla salvo que sea atacada en primer lugar y solo puede usar armas convencionales para un posible conflicto militar en la zona fronteriza", indicó.
Por ahora, las conversaciones con Estados Unidos están "fuera de la mesa" puesto que Pyongyang no las aceptará hasta que Seúl y Washington suspendan sus maniobras militares conjuntas, algo que la Casa Blanca ha descartado, añadió.
El lunes, el país norteamericano pidió a Corea del Norte terminar con "sus actividades desestabilizadoras e ilegales" y urgió al líder Kim Jong-un a regresar a un diálogo "sin condiciones previas".
Su programa militar, acelerado desde septiembre, no esconde la crítica situación económica de Corea del Norte, atenazada por las sanciones internacionales y el bloqueo autoimpuesto para evitar la propagación del coronavirus.
En un intento de aliviar esta situación, el domingo se restableció el comercio transfronterizo con China con la llegada el domingo del primer tren de mercancías desde Corea del Norte al gigante asiático desde inicios de 2020.