No cumplida. La variante delta y luego ómicron significaron nuevos récords en número de infecciones, alzas en hospitalizaciones, cierre de negocios y algunos desabastecimientos durante la época de fiestas de fin de año.
En progreso. En diciembre, Biden se comprometió a entregar 500 millones de tests rápidos, en medio del alza de la variante ómicron, de alta transmisión, y anunció la semana pasada planes para distribuir otros 500 millones de exámenes. Un sitio web para tal propósito comenzaba a funcionar esta semana.
En progreso. Biden superó la meta de vacunación dentro del país, pero hasta ahora el 61% de la población mundial ha recibido al menos una dosis.
La escuelas están en su gran mayoría con clases presenciales, pero el avance de ómicron ha provocado cierres y otros problemas en varios distritos escolares a lo largo del país.
Cumplido. La iniciativa fue aprobada en marzo. Además cumplió su promesa de entregar 2.000 dólares de ayuda directa a través de pagos a los estadounidenses.
Todos estos compromisos fueron cumplidos.
No cumplido. El gobierno ha propuesto reformas para el programa de licitaciones de petróleo y gas, pero no ha tomado la postura de una prohibición total.
No cumplido. El paquete legislativo de gastos sociales y de medio ambiente incluyen alzas de impuestos a las corporaciones y los más ricos, pero la ley se encuentra entrampada en el Senado.
Cumplido.
Realizado.
Muy lejano. Biden firmó una orden ejecutiva en febrero que aumentó el tope a 62.500 refugiados.
Avanzado, pero las autoridades han tenido problemas para lidiar con el alto flujo de migrantes en la frontera. Biden firmó una orden ejecutiva que pedía a las autoridades para preparar planes para usar recursos humanitarios. Hasta ahora, no se han establecido sociedades público-privadas.
Incompleto. firmó una orden ejecutiva en febrero que dirigía a sus autoridades a delinear una estrategia para la migración, incluyendo refugiados y quienes buscan asilo, y aunque prometió el año pasado a implementar un nuevo sistema de asilo "humano", no hay señales de puntos específicos desde la Casa Blanca. El gobierno de Biden a continuado la política de la era Trump que permite a agentes fronterizos a expulsar rápidamente a migrantes que entran al país sin autorización, para evitar la diseminación del covid-19.
Realizado, todas estas políticas fueron descontinuadas por Biden.
En progreso. Biden firmó una orden ejecutiva en febrero para mejorar el proceso, y el Departamento de Seguridad Nacional ha revocado algunas de las reglas de la era Trump.
Cumplido. Biden firmó órdenes ejecutivas que terminarn con esta política y creó el grupo que se enfoca en reunir a las familias. Sólo un puñado de familias han sido reunidas hasta ahora, ante la dificultad de encontrar a los padres.
En progreso. El secretario de Seguridad Nacional, Alejandro Mayorkas, dijo en marzo que su agencia estaba estableciendo una regla para "preservar y fortalecer" la política, que bajaría la prioridad de deportación de jóvenes inmigrantes, pero esta política aún está siendo atacada judicialmente.
No cumplido. No hay anuncio oficial alguno sobre nuevas inversiones en sistemas de este tipo. Aunque el gobierno dijo en marzo que intentaría liberar a los padres y niños dentro de 72 horas después de su llegada, las autoridades reconocen que cientos de niños se han mantenido bajo el resguardo de la policía fronteriza por más tiempo. El gobierno ha estado con problemas para lidiar con el aumento de menores sin acompañantes que han llegado a la frontera y las pocas instalaciones que existen para cobijarlos.
Cumplido.
Abandonada. El gobierno de Biden decidió desechar la idea, tras reunirse con grupos de defensa de derechos civiles y sindicatos policiales.
Aún no se han anunciado.
Aún no se ha establecido.
Parcialmente. Estados Unidos terminó la guerra de 20 años en Afganistán en agosto, aunque de forma caótica y sangrienta. El gobierno, sin embargo, anunció en noviembre que vendería misiles aire-aire por un total de 650 millones de dólares a Arabia Saudita, un importante actor en el conflicto en Yemen.
Parcialmente. Biden repetidamente ha apuntado a China por perseguir a activistas prodemócratas en Hong Kong y por abusos de derechos humanos en contra de los uigur y minorías étnicas. También ha mostrado preocupación por el encarcelamiento y trato del líder oposutor ruso Alexei Navalny. Biden no ha apuntado directamente al príncipe saudí Mohammed bin Salman como responsable directo del asesinato del periodista Jamal Khashoggi, pese a que la inteligencia estadounidense asegura que Salman aprobó el atentado.
Parcialmente. Biden recibió elogios de sus aliados por los esfuerzos de EE.UU. por recuperar el liderazgo en la lucha contra el cambio climático. Líderes del Indo-Pacífico han aprobado los esfuerzos de coordinación en las políticas en relación a China. Biden reconoció que su gobierno ha tropezado en la implementación del acuerdo para proveer de tecnología submarina nuclear a Australia, una jugada que torpedeó un acuerdo por US$ 66.000 millones que tenían los australianos con Francia y que significó que París, al menos temporalmente, retirara a su embajador en Washington. La decisión de llevar adelante el retiro total de tropas desde Afganistán, irritó a algunos socios de la OTAN que buscaban extender la misión para evitar una toma de control por parte de los talibanes.