En el edificio del Poder Legislativo tomó posesión el diputado Luis Redondo, mientras que la otra sesión se realizó vía Zoom.
Reuters
A sólo 48 horas de que la Presidenta electa de Honduras, Xiomara Castro, asuma el poder, el país centroamericano sigue sumido en una crisis legislativa, pues hoy dos sesiones paralelas fueron instaladas en el Congreso, y cada una liderada por distintos presidentes.
En detalle, a horas de la mañana, cuando estaba programado que el nuevo Congreso realizara su primera sesión, dos bloques de rivales del cuerpo legislativo -ambos pertenecientes al Partido Libre- convocaron a dos sesiones simultáneas y competitivas.
En el edificio del Poder Legislativo tomó posesión el diputado Luis Redondo, quien tiene el respaldo de Castro y de las filas "leales" al partido Libertad y Refundación (Libre). En tanto, en forma paralela y vía Zoom, Jorge Cálix también instaló su legislatura como jefe del Congreso, con una veintena de diputados disidentes de Libre y la mayoría de los diputados de los derechistas Partido Nacional y el Partido Liberal, opositores a la Mandataria electa.
El conflicto inició el viernes pasado, cuando Héctor Leonel Ayala, ministro del Interior del actual Presidente, Juan Orlando Hernández, presidió la reunión inicial del nuevo Congreso y no permitió que el partido de Castro definiera a quien fungiría como máximo representante del Congreso.
Por el contrario, 20 miembros disidentes del partido de la futura Mandataria propusieron a alguien más y se desató una confrontación, la cual contuvo golpes, gritos y hasta bolsas de aguas lanzadas entre los parlamentarios.
En tanto, hoy martes los presidentes del Congreso en competencia -Luis Redondo, respaldado por Castro, y Jorge Cálix, apoyado por los disidentes- discutieron sus prioridades y se mostraron listos para liderar sus cuerpos legislativos parciales sin importar la falta de legitimidad.
El analista político y ex diputado, Efraín Díaz Arrivillaga, comentó a The Associated Press que todo lo que sucede en la interna del Congreso es una crisis provocada para debilitar el poder Legislativo, dividir al Partido Libre y hacerle el camino difícil a la Presidenta Castro: "En todo esto está detrás no solo el Partido Nacional (oficialista), y el Partido Liberal, sino parte de los poderes económicos importantes en Honduras que han sido beneficiados por los gobiernos anteriores".
Arrivillaga considera que todavía hay oportunidad de buscar el diálogo para tratar de armonizar esa situación interna y buscar una tercera opción para la presidencia del Congreso Nacional en beneficio de los intereses de Honduras. "Claro, estamos contra reloj, pero yo soy de la opinión que dada esta situación, lo que se tiene que garantizar es una gobernabilidad mínima para que doña Xiomara pueda impulsar su plan de gobierno. De otra manera será complicada para ella", apuntó.