El enviado del Kremlin para las negociaciones, Dmitri Kozak.
Agencias
Las conversaciones entre Rusia y Ucrania en París, en pleno recrudecimiento de la tensión en la frontera, "no fueron sencillas" y continuarán con una nueva ronda dentro de dos semanas en Berlín, anunció este miércoles el enviado del Kremlin, Dmitri Kozak.
"Necesitamos una pausa adicional. Esperamos que este proceso tenga resultados en dos semanas", agregó Kozak en rueda de prensa, tras reunirse durante ocho horas con consejeros diplomáticos de Ucrania, Francia y Alemania.
En una declaración conjunta, el conocido como Cuarteto de Normandía, creado en 2014 para buscar una salida a la crisis en Ucrania, reafirmó su apoyo a los acuerdos de paz de Minsk "como base de trabajo" y se comprometió a intentar "mitigar" los desacuerdos.
"Pese a todas las diferencias de interpretación", los participantes estuvieron de acuerdo en que "todas las partes deben mantener el alto el fuego" en el este de Ucrania "en virtud de los acuerdos", agregó el enviado ruso.
Kozak precisó no obstante que la situación en el este de Ucrania -donde separatistas prorrusos autoproclamaron en 2014 dos repúblicas- y la tensión a lo largo de la frontera entre Rusia y Ucrania son "dos asuntos diferentes".
El encuentro en París buscaba una desescalada de la tensión tras una serie de conversaciones entre Rusia y Estados Unidos. Washington acusa a Moscú de preparar un ataque inminente, tras haber desplegado miles de soldados en la frontera con Ucrania.
La Presidencia francesa estimó que el resultado de la reunión representa "una buena señal", obtenida "en condiciones difíciles".
La próxima reunión en Berlín también será a nivel de consejeros diplomáticos, ya que, según Kozak, una cumbre de mandatarios "no está en la agenda". "Esperamos que nuestros interlocutores comprendan nuestros argumentos y que en dos semanas consigamos resultados", agregó.
"Nosotros queremos mantener este diálogo", dijo por su parte el negociador ucraniano, Andrii Yermak, subrayando que la declaración de este miércoles "es el primer documento significativo" que las dos partes logran acordar "desde diciembre de 2019".
Desde los acuerdos de Minsk de 2015, la línea de frente se estabilizó y los combates han disminuido. Pero la solución política del conflicto, que ha dejado más de 13.000 muertos, está estancada.