Continúa el conflicto entre Rusia y Ucrania, que mantiene en alerta a las principales potencias mundiales, puesto que se ha planteado que Moscú planea una invasión y ataque contra su vecino. Bajo ese contexto, varios lideres han negociado con la finalidad de concretar un acuerdo, que busque calmar los ánimos y que se desmilitaricen las frontera entre ambas naciones.
En esa línea, Pablo Cabrera, ex embajador de Chile en Rusia y concurrente en Ucrania, quien además es investigador asociado del Centro de Estudios Internacionales de la Universidad Católica, analizó el conflicto entre ambas repúblicas y aseguró que la "diplomacia" primará a la hora de lograr un acuerdo, debido a que hoy al mundo y a la propia Rusia, no le conviene continuar con esa disposición.
"Siempre está la posibilidad de un conflicto, pero también existe la diplomacia. Y hoy estamos en el momento de la diplomacia, ayer hubo indicios de que puede ser así. A veces los resultados son tardíos, a veces son muy negociados, pero (...) hemos visto la aproximación: mantener la situación en status quo y la situación de Estados Unidos que es atizar reacciones de Rusia, porque Rusia sabe que no es una potencia mundial potente, sino que está reconstruyendo una imagen de cara a su pueblo", planteó el ex embajador.
Su mirada tiene relación directa con la reunión que sostuvo ayer el secretario de Estado de los Estados Unidos con el ministro de Relaciones Exteriores de China, en la cual hubo una concordancia sobre la "necesidad de bajar las tensiones". Para Cabrera la postura de China era de gran relevancia, pues es uno de los principales aliados de la nación dirigida por Vladimir Putin.
"Es una guerra moderna, que a lo mejor nunca estalla en términos de cómo estábamos acostumbrados a las guerras, en una guerra moderna en el sentido de disuasión, de marcar líneas rojas, marcar espacios. Estamos en una guerra que, por suerte, anoche tuvo una tregua (...) Anoche mandaron una indicación", sostuvo el investigador en EmolTV.
"Es una guerra moderna, que a lo mejor nunca estalla en términos de cómo estábamos acostumbrados a las guerras, en una guerra moderna en el sentido de disuasión, de marcar líneas rojas, marcar espacios. Estamos en una guerra que, por suerte, anoche tuvo una tregua".
Pablo Cabrera
Además, a lo anterior el ex diplomático proyecta que habrá "sensatez" por parte de Ucrania y Rusia de no entrar en una guerra, pues "más allá de las características que pueda tener la historia y la idiosincrasia de los países, puede ser muy poco popular entrar en una guerra. Creo que se está reordenando el mundo, hay demasiados francos abiertos, hay mucho sufrimiento de la gente y la pandemia ha introducido la política no sólo a la mente, sino que al cuerpo de las personas".
"Hoy día, en un mundo de pandemia, de dificultades económicas y donde estamos cruzados por las migraciones y los precios de las energías, es muy contraproducente estar alentando o pensando en una guerra letal, entre dos naciones que el objetivo de una (Rusia), es unir a su pueblo, no es dividirla", agrega.
Hitos del conflicto
Para Pablo Cabrera, el conflicto se puede mirar desde distintas aristas: histórica, cultural, internacional, local, regional y de la actualidad. Y, en retrospectiva, el ex embajador analiza que el origen del conflicto se basa en que "Rusia siempre ha tenido el ánimo y se ha posicionado como una suerte de coordinación del oriente con el occidente, están en el medio y ellos no se han sentido nunca una sociedad asiática ni una sociedad occidental, se han sentido una civilización especial, donde la unión de la nación es importante, el nacionalismo y eso se refleja a través de la historia".
En esa línea, explica que cuando asume el poder por primera vez en el 2000, el Presidente Putin "dice que va a recuperar el orgullo ruso, que tiene que ver con la unidad de la nación rusa que nace en Kiev -capital de Ucrania-", ya que en aquel espacio se asume el liderazgo de la cristiandad en la época de la Unión Soviética, religión predominante en Rusia y la cual para Putin significa parte del posicionamiento de la nación.
Además, el investigador sostiene que "con desmembración de la Unión Soviética, 15 repúblicas se separaron y una de ellas, que fue la que le causó más impacto a los rusos fue Ucrania por su ubicación geoestratégica y también por el significado que tiene en la unidad y en el sentimientos de los principios que habían en la historia de los rusos. Es un contexto histórico e idiosincrático".
En relación a lo anterior, también implica mucho en el conflicto que "Ucrania era uno de los puntos del norte de la línea meridiana que dividía el mundo en Oriente y Occidente, entonces esto tiene un relato histórico importante y el Presidente Putin lo ha hecho ver muchas veces".
En tanto, por su parte, "Ucrania, desde que se independiza, empieza a acercarse, consciente del valor de su posición geoestratégica y geopolítica a Europa. Al acercarse, reclaman o piden ser parte de la UE y la OTAN, lo que cambia el tablero de la seguridad regional en Europa que había sido impuesta a la federación de Rusa, por el hecho de haberse desmembrado el año 91, que Putin considera la tragedia más grande del siglo XX, la desaparición de la Unión Soviética".
"Hoy día, en un mundo de pandemia, de dificultades económicas y donde estamos cruzados por las migraciones y los precios de las energías, es muy contraproducente estar alentando o pensando en una guerra letal, entre dos naciones que el objetivo de una (Rusia), es unir a su pueblo, no es dividirla".
Pablo Cabrera
"Y por estas razones que son geoeconómicas, geopolíticas y geoestratégicas, y que no se pueden separar es el conflicto. Ucrania sabe de esto, y en el reordenamiento del internacional, Ucrania tiene una importancia muy grande desde el punto de vista de la seguridad europea y el reordenamiento del mapa geopolítico mundial. Cuando Ucrania pide ingresar a la UE y que estuvo a punto de firmar, se produjo una revolución, que trajo consecuencias que hoy explican cuál es la situación que hoy existe en Ucrania", añade.
Finalmente, respecto a uno de los últimos puntos de la historia del conflicto, Cabrera expone que en 2014, "Putin aprovecha la oportunidad y se anexa a Crimea, donde hubo un plebiscito donde la mayoría de la gente –supuestamente libre- aprobó pertenecer a Rusia, y paralelamente hubo insurrecciones en las dos repúblicas que son limítrofes con Rusia y son la parte más industrial de Ucrania, también se declaran en rebeldía y un amplio número de la población quiere volver a pertenecer a Rusia, pero no las reconoce".
"Ahí comienza un proceso de reacomodo donde yo creo que ambas partes, Europa con Ucrania y Rusia tuvieron algunos fallos en materia de conducción de la política, porque los acuerdos que se firmaron respaldados por dos países occidentales -Francia y Alemania- de no agresión el cual establecía una serie de normas y dentro de ellas, decía que debían mantener una zona desmilitarizada de 30 kilómetros de cada a lado de la frontera, cosa que no se respetó", concluye.
Revisa la entrevista completa del ex embajador Pablo Cabrera en EmolTV