Algunas de las tropas rusas desplegadas desde hace semanas cerca de la frontera ucraniana y cuya presencia hacía temer una operación militar en el país vecino comenzaron a volver a sus cuarteles, anunció el martes el ministerio de Defensa.
"Las unidades de los distritos militares Sur y Oeste, que ya han concluido sus tareas, comenzaron a cargar en medios de transporte" y "empezarán a regresar a sus cuarteles hoy (martes)", anunció el portavoz del ministerio, Igor Konashenkov, citado por agencias de prensa rusas.
Este anuncio es el primer signo de que Moscú está dando marcha atrás en su crisis con los países occidentales que dura desde finales de 2021.
Rusia desplegó desde diciembre más de 100.000 soldados en las fronteras con Ucrania, lo cual hizo temer una invasión inminente del país.
Rusia siempre ha desmentido esta hipótesis pero sí reclama ciertas garantías para su seguridad, comenzando por la promesa de que Ucrania no será admitida en la OTAN, algo que los países occidentales se niegan a conceder.
Este martes, el presidente ruso
Vladimir Putin recibe al canciller alemán
Olaf Scholz en Moscú para intentar resolver esta crisis.
Los países occidentales han amenazado a Moscú con sanciones sin precedentes si entra en territorio ucraniano. Estados Unidos y otros países han desplegado además refuerzos militares en Europa oriental.
En este momento, Rusia lleva a cabo maniobras militares en Bielorrusia, que se extenderán hasta el 20 de febrero.