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Los hechos que desencadenaron la fuerte crisis interna que sacude al PP español

El enfrentamiento entre el líder de la colectividad, Pablo Casado, y la presidenta del Gobierno regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, se ha convertido en una guerra pública llena de declaraciones cruzadas y acusaciones de espionaje.

18 de Febrero de 2022 | 16:35 | EFE/Editado por Ramón Jara A., Emol
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Pablo Casado e Isabel Díaz Ayuso.

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Una fuerte crisis interna sacude al conservador Partido Popular (PP) con consecuencias imprevisibles para la que es la principal fuerza de oposición en España y que ha gobernado durante varias etapas el país.

El enfrentamiento entre el líder del partido, Pablo Casado, y la presidenta del Gobierno regional de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, en una pugna por el poder dentro de la primera fuerza en la derecha española, se ha agudizado en medio de duras acusaciones dentro del propio partido y sospechas de espionaje en un supuesto caso de corrupción.

El pulso entre Casado y Díaz Ayuso venía de atrás, pero ha alcanzado cotas insospechadas hasta ahora al trascender que una empresa de un amigo de la familia de la presidenta regional obtuvo un contrato de compra de mascarillas del Gobierno madrileño en plena pandemia, lo que este viernes fue denunciado por la oposición de izquierda ante la Fiscalía.

Duras acusaciones

El cruce de acusaciones entre la dirigente regional y la dirección nacional del PP, en un tono poco usual entre compañeros de partido, comenzó el día antes al conocerse por los diarios El Confidencial y El Mundo que el entorno familiar de Díaz Ayuso pudo haber sido espiado a instancias de su propia formación, algo que el partido niega.

Este viernes el presidente nacional del PP negó que la información que originó una investigación interna en el partido procediera del Gobierno español de coalición entre el partido socialista PSOE y la formación de izquierda Unidas Podemos.

Casado, en declaraciones a la cadena de radio Cope, acusó a su compañera de filas de haber creado un "montaje" sobre ese supuesto espionaje, y dijo que el PP "jamás" contrató a un detective para investigarla: "absolutamente falso".

El expediente informativo abierto contra la presidenta no conllevará su expulsión del partido, pero la dirigente debe explicar lo sucedido con ese contrato, sentenció.

Díaz Ayuso insiste en que no influyó en la adjudicación del contrato para la compra de mascarillas a la empresa vinculada a su hermano, y en un comunicado negó que lo que éste cobró de Priviet Sportive fuese "una comisión por obtener el contrato de la Administración".

Subrayó que su hermano cobró de esa empresa "por las gestiones realizadas para conseguir el material de China y su traslado en Madrid", pero que ella "nunca influyó para la compra de las mascarillas a esta empresa, y supo de ese contrato cuando le informó" el propio Casado.

"Es una contraprestación por su trabajo, no una comisión por intermediación", recalcó Ayuso en medio de un cruce también de cifras de lo que pudo cobrar su hermano, según ella poco más de 55.000 euros (unos 62.389 dólares) mientras que Casado habló de 286.000 (unos 324.424 dólares).

Denuncia ante la fiscalía

Además del lío interno, el caso ha llevado a la oposición de izquierda en el Parlamento regional madrileño, integrada por Más Madrid, PSOE y Unidas Podemos, a acudir, por separado, ante la Fiscalía Anticorrupción para denunciar el contrato.

La vocera del Gobierno español, Isabel Rodríguez, reiteró que el Ejecutivo "no tiene nada que ver", pues si hubiera tenido "cualquier tipo de conocimiento de un hecho delictivo, lo hubiera puesto de manera inmediata en conocimiento de la Fiscalía".

La vicepresidenta segunda, Yolanda Díaz, de Unidas Podemos, sentenció que el partido de derecha está "inhabilitado" para gobernar, con una guerra interna que "daña no solo al PP, sino también a las instituciones democráticas", y que este momento es "lo peor de la historia del PP".

Los "populares" han gobernado en España con José María Aznar de 1996 a 2004 y con Mariano Rajoy entre 2011 y 2018, hasta que perdieron ese año el poder tras una moción de censura del PSOE después de que miembros del PP fueran condenados por un escándalo de corrupción en la financiación del partido.

La pugna entre Casado y Díaz Ayuso viene de lejos, ante las reticencias del líder del PP para que ella pueda hacerse con el control del partido en la región de Madrid con el temor de perder poder en la colectividad pensando en las elecciones de 2023, aunque la campaña para los recientes comicios en la vecina Castilla y León había dado cierta tregua.

Ahora vuelve a aflorar en cotas antes insospechadas, tras esos comicios que ganó el PP pero sin mayoría suficiente, por lo que puede verse abocado a gobernar con la ultraderecha de Vox.

Esta formación ha ido en ascenso en el conjunto del país mientras la guerra interna de los "populares" amenaza con restarles opciones de volver al poder.