Los ministros de Exteriores del G7 condenaron este viernes "los ataques contra civiles ucranianos y contra infraestructuras civiles" por parte del ejército ruso y demandaron a la nación liderada por Vladimir Putin a que cumpla con su "obligación" de respetar el derecho humanitario internacional.
Los responsables de las diplomacias de Estados Unidos, el Reino Unido, Francia, Italia, Japón, Canadá y Alemania -presidente de turno-, urgieron a Rusia a poner fin a los ataques, en particular "en las inmediaciones de centrales nucleares ucranianas".
Tras reunirse en Bruselas, los ministros destacaron en un comunicado el anuncio de un acuerdo entre Moscú y Kiev para la creación de un corredor humanitario como "un primer paso importante" e instaron a implementarlo "de forma fiable y con rapidez".
Bajo ese contexto, los titulares de Exteriores señalaron que es crucial que "dentro de las fronteras internacionalmente reconocidas de Ucrania" las organizaciones de ayuda humanitaria tengan acceso de forma rápida y segura "a las personas en situación de necesidad".
Además, se comprometieron a ampliar el apoyo humanitario que prestan sus países "en la medida en que se incremente la necesidad de la población ucraniana a causa de la agresión de Rusia". En esa línea, además los países del G7 anunciaron que "seguirán imponiendo sanciones severas en respuesta a la agresión rusa".
Por otro lado, los diplomáticos subrayaron que los ataques indiscriminados están prohibidos según el derecho internacional y que "exigirán responsabilidades" a quienes cometan crímenes de guerra al utilizar armas "de forma indiscriminada" contra civiles.
"Apoyamos las investigaciones en curso y el registro de pruebas, entre otros por parte de la fiscalía del Tribunal Penal Internacional," afirmaron.
Con respecto a los combates en torno a la central nuclear de Zaporiyia, que cayó este viernes bajo control ruso, los ministros recordaron que cualquier amenaza armada contra plantas que producen energía atómica para uso civil infringe la Carta de las Naciones Unidas y el estatuto del Organismo Internacional de la Energía Atómica (OIEA).
En este sentido, expresaron su respaldo a la iniciativa del director general del OIEA para lograr un acuerdo entre Kiev y Moscú que garantice la seguridad de las centrales nucleares. Finalmente, los ministros del G7 reiteraron además su apoyo "inquebrantable" al Gobierno libremente elegido de Ucrania y a su "valiente población".
Rusia niega ataque contra central nuclear de Zaporiyia
En paralelo, en el marco de una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad que se realizó hoy para analizar la situación entre ambas naciones, el embajador ruso ante la ONU, Vassily Nebenzia, tildó de "mentira" que Rusia haya atacado la central nuclear de Zaporiyia en Ucrania.
El diplomático, aseveró que la acusación "forma parte de una campaña de mentiras" contra Rusia, aseguró el embajador que acusó además a las autoridades ucranianas de crear una "histeria artificial".
El ataque a Zapariyia, la mayor central nuclear de Ucrania y de Europa, que provocó un incendio sin consecuencias en los niveles de radiactividad, sin embargo, paralizó al mundo ante el temor de una nueva catástrofe atómica.
"Todas las instalaciones de la central están bajo control de las fuerzas rusas, la seguridad está garantizada y funciona normalmente", dijo el diplomático, que aseguró también que Rusia controla las instalaciones desde el pasado 28 de febrero.
"A raíz de las negociaciones con las autoridades de la central hemos llegado a un acuerdo para que pase bajo control de las fuerzas rusas" puntualizó para "impedir su utilización por nacionalistas ucranianos y otros grupos terroristas" que la usen para "crear provocaciones o accidentes nucleares y permitir el abastecimiento de energía de la población ucraniana y de la población europea", puntualizó.
Por último, Vassily Nebenzia afirmó que la situación es similar a la zona de la central de Chernobyl, echando la culpa a las fuerzas ucranianas que dispararon contra los militares rusos y provocaron el incendio en un centro de formación adyacente a la central.