El canciller boliviano, Rogelio Mayta, requerido por la prensa.
EFE
En completo silencio se retiró este viernes del Palacio de la Paz
la delegación de Bolivia ante la Corte Internacional de Justicia (CIJ) en La Haya, una vez concluida la intervención de Chile en lo que fue la primera jornada de alegatos orales en el marco de la demanda interpuesta por nuestro país sobre el uso de las aguas del río
Silala.
A diferencia del equipo chileno comandado por la agente y subsecretaria de RR.EE. Ximena Fuentes, que sí compareció ante la prensa, el canciller boliviano, Rogelio Mayta salió raudamente del lugar y abordó el vehículo que lo llevó al hotel donde se encuentra hospedado.
Consultado por los medios, Mayta sólo se limitó a decir que los argumentos bolivianos
"se conocerán el lunes", cuando le toque a su país intervenir ante la Corte. Misma conducta tomó el resto de la delegación altiplánica.
Esta nula reacción es fiel reflejo del total hermetismo que ha tomado el equipo boliviano en La Haya, situación que difiere completamente de la estrategia tomada por el país vecino en el litigio anterior que lo enfrentó con Chile en el mismo tribunal internacional, cuando demandó por la obligación de negociar una salida soberana al mar, cuestión que finalmente fue rechazada por la CIJ.
En aquella ocasión, la delegación estaba encabezada por el entonces Presidente, Evo Morales, y tanto sus agentes como los abogados integrantes entregaban sus percepciones en cada jornada.
Los alegatos orales comenzaron este viernes con la intervención de la agente chilena Ximena Fuentes, quien luego dio paso a los abogados para exponer los argumentos nacionales. El próximo lunes y martes corresponderá escuchar los descargos de la parte boliviana.
