El gobierno de Hungría ha insistido que bloqueará cualquier propuesta de la UE para aplicar sanciones que incluyan el sector energético de Rusia, calificándola de una "línea roja" que se opone a los intereses de su país. Los húngaros obtienen desde Rusia un 85% de su gas natural y un 60% del petróleo.
Orban, quien es considerado uno de los principales aliados de Vladimir Putin en la Unión Europea, ha apoyado a regañadientes otras sanciones de la UE contra Moscú, incluyendo un embargo al carbón. Pero en cada ocasión ha argumentado que este tipo de acciones finalmente causan más daño al bloque europeo que a Rusia.
Desde que asumió el poder en 2010, Orban ha aumentado la dependencia energética de su país con Rusia, afirmando que su geografía e infraestructura hacen imposible un cierre total al petróleo ruso.
"Dijimos que las sanciones al carbón estarían bien, porque no afectan a Hungría; pero ahora hemos llegado a una línea roja, una doble línea, porque un embargo al petróleo y al gas nos arruinaría", dijo Orban en una entrevista radial el pasado viernes.
Este país, que no tiene salida al mar y por tanto ningún puerto, depende de oleoductos para recibir petróleo. Además, un importante programa del gobierno para reducir las cuentas de servicios básicos, depende del precio relativamente bajo de los combustibles fósiles de Rusia y es un factor clave para el apoyo político local con el que cuenta Orban.
Convertir las refinerías y oleoductos de Hungría para que procesen petróleo de fuentes distintas a Rusia, tomaría unos cinco años y una inversión gigante, dijo Orban. Esto elevaría más los precios de la energía, provocando cortes de servicio y desempleo, agregó.
Además de Hungría, Eslovaquia y la República Checa están solicitando un plazo de años para la eliminación gradual del petróleo ruso. La Comisión Europea ha dicho que está dispuesta a ayudar a los países que son particularmente dependientes de esta fuente de energía.
"Reconocemos que Hungría y otros países que no tienen salida al mar, que tienen una dependencia energética significativa respecto al suministro de petróleo ruso, se encuentran en una posición muy específica que quiere que encontremos soluciones específicas", afirmó el martes Eric Mamer, vocero de la Comisión.
Mamer advirtió que Hungría tiene "preocupaciones legítimas" respecto al suministro de petróleo y que la eliminación gradual del crudo ruso podría incluir "plazos diferenciados que correspondan a las situaciones distintas para países específicos".
"Esta es definitivamente una de las variables, porque obviamente si estás hablando de inversión para mejorar la infraestructura, necesitas tiempo", agregó Mamer. El vocero, sin embargo, no especificó qué países podrían tener el beneficio de una implementación más lenta del embargo ni tampoco por cuánto tiempo.
En un tuit escrito tras su reunión con Orban el lunes, von der Leyen dijo que la discusión había sido "útil para aclarar problemas relacionados con las sanciones y la seguridad energética", y afirmó que si bien se habían logrado avances, "todavía se requiere trabajo".
El Presidente de Francia, Emmanuel Macron, habló con Orban el martes sobre las "garantías" necesarias para algunos países miembros, que "están en una situación muy específica en relación al suministro por oleoductos desde Rusia", según expresaron desde la presidencia.
El bloque del paquete de sanciones podría ser usado como herramienta para negociar en un conflicto distinto que existe entre Budapest y la Unión Europea.
El bloque ha retenido un paquete de ayuda por la pandemia de US$ 8.000 millones para Hungría, debido a lo que ha estimado como medidas insuficientes anticorrupción, e inició un proceso para retener más fondos por infracciones a los principios de imperio de la ley de la UE.
Hungría ha sido acusada de minar valores democrático al ejercer control excesivo sobre el Poder Judicial, sofocar la libertad de prensa y denegar derechos a personas LGBT.
El gobierno de Orban niega estas acusaciones y afirma que los castigos de la UE tienen motivación política.
Pero con la economía de Hungría tambaleando entre la alta inflación y un gran déficit de presupuesto, necesitará de ese dinero de la UE para una recuperación económica. Mientras personeros de la UE negocian con Hungría para obtener su apoyo para las sanciones contra el sector energético de Rusia, la liberación de esos fondos retenidos podría servir como una moneda de cambio.