El presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, anunció el jueves una reforma de la ley que regula los servicios secretos, principalmente para "reforzar el control judicial" sobre ellos,
tras un escándalo de espionaje que sacudió al país.
"Se trata de
reforzar las garantías de ese control" judicial sobre los servicios secretos, "además de
asegurar el máximo respeto a los derechos individuales y políticos de las personas", señaló Sánchez en una intervención ante el Congreso de los Diputados.
El jefe del ejecutivo de izquierda anunció también la
adopción próximamente de una nueva ley de "información clasificada", que sustituya a la anterior de 1968, aprobada bajo la dictadura de Francisco Franco, para "que la norma se adapte a los principios democráticos, constitucionales".
El escándalo, que costó el puesto a la jefa del Centro Nacional de Inteligencia (CNI), estalló el mes pasado, tras la revelación de que
independentistas catalanes fueron espiados a través de sus teléfonos por los servicios de inteligencia, gracias al programa israelí Pegasus.
Irritados, los separatistas catalanes amenazaron con retirar su crítico apoyo parlamentario al gobierno minoritario de Sánchez, lo que podría poner en peligro la continuación de la actual legislatura, que debe terminar a finales de 2023.
La polémica se amplió con la denuncia posterior de que
el propio Sánchez y miembros de su ejecutivo fueron espiados por un actor "externo" sin identificar, gracias a este mismo programa informático.
Las medidas anunciadas este jueves "pondrán al día los procedimientos y acometerán los cambios para
evitar que estas brechas de seguridad vuelvan a producirse en el futuro", añadió Sánchez.