Rusia reivindicó el martes el control de todas las zonas residenciales de Severodonetsk, ciudad clave en la región oriental de Donbás, donde las tropas ucranianas combaten ante unidades rusas más numerosas, según Kiev.
"Las zonas residenciales de Severodonetsk fueron liberadas por completo", declaró por televisión el ministro ruso de Defensa, Serguéi Shoigu. El ejército ruso aún trata de controlar "la zona industrial y las localidades vecinas", añadió.
"No controlan la ciudad", rebatió el martes por la noche Serguéi Gaidai, gobernador de la región de Lugansk, donde se ubica Severodonetsk.
Por su parte, el presidente de Ucrania
, Volodimir Zelenski, que había alertado que sus fuerzas estaban superadas en número en esa ciudad, dijo que "la situación en el frente no ha cambiado significativamente en las últimas 24 horas".
Tras fracasar en la toma de Kiev, las fuerzas rusas centran su ofensiva en el Donbás, una cuenca minera en el este del territorio, parcialmente controlada por separatistas prorrusos desde 2014.
Allí se encuentra Severodonetsk y su ciudad gemela Lysychansk, el último gran núcleo urbano controlado por Kiev en Lugansk. Su toma despejaría el camino de Rusia hacia Kramatorsk, la gran ciudad de Donetsk, la otra región del Donbás.
"Mantener Severodonetsk es muy difícil", dijo el gobernador Gaidai, que habló de una "misión imposible". "Necesitamos armas pesadas que puedan contrarrestar la artillería enemiga", insistió.
Alrededor de 800 civiles se habrían refugiado en la planta química Azot, dijo el martes el abogado estadounidense del magnate Dmytro Firtach, propietario del sitio.
Durante los combates, que arrecian en la región, el líder de los separatistas prorrusos en Donetsk, Denis Pushilin, confirmó la muerte de otro general ruso. En un mensaje en Telegram, Pushilin envió sus "sinceras condolencias a la familia y los amigos" del general Roman Kutuzov, "que mostró con su ejemplo cómo servir a la patria".
Las fuerzas ucranianas afirman haber matado a varios militares rusos de alto rango desde el inicio de la ofensiva lanzada por Moscú el 24 de febrero. Pero el número exacto no se conoce, ya que Rusia rara vez informa de sus pérdidas.
El ministro ruso de Defensa también indicó que se había concluido el desminado del puerto de Mariúpol, cuya captura le costó a Rusia semanas de feroces combates. El puerto "está operando con normalidad y ha recibido los primeros buques de carga", dijo Shoigu.
La invasión lanzada por el presidente ruso, Vladimir Putin, y las perturbaciones persistentes en las cadenas de suministro por el covid-19, han provocado miedo ante una posible escasez alimentaria global.
Rusia y Ucrania representaban un 30% de las exportaciones mundiales de trigo. Pero el bloqueo ruso de los puertos del mar Negro mantiene paralizadas hasta 25 millones de toneladas de cereales, advirtió Zelenski.
El jefe de la diplomacia estadounidense, Antony Blinken, lo definió como un chantaje para que se levanten las sanciones occidentales y consideró creíbles las acusaciones de que Rusia "roba" las reservas de grano ucranianas. Turquía se ofreció para escoltar los convoyes marítimos de los puertos ucranianos a pesar de la presencia de minas, algunas de las cuales se han detectado cerca de la costa turca.
En ese sentido, el ministro ruso de Asuntos Exteriores, Serguéi Lavrov, llegó el martes a la capital turca, Ankara, para hablar de la creación de corredores marítimos por el mar Negro.
En cambio, las maniobras diplomáticas para un alto al fuego están paralizadas desde hace tiempo. Y según dijo Zelenski al diario británico Financial Times,
Ucrania necesita una victoria "en el campo de batalla" antes de cualquier negociación de paz.
Desde el inicio del conflicto, miles de civiles han muerto y millones han tenido que abandonar sus hogares.