Brasil se mantiene en vilo por la desaparición en la Amazonía del periodista británico
Dom Phillips, corresponsal en el país, y del indigenista
Bruno Araújo Pereira, de quienes no se tienen noticias desde el domingo.
Phillips, un colaborador habitual del diario The Guardian, y Pereira, empleado de la agencia de asuntos indígenas con gran experiencia en la región, fueron vistos por última vez en la población de Sao Rafael, según la asociación Univaja, en el territorio indígena del Valle de Javarí, en la frontera con Perú.
Los dos
habían recibido amenazas el sábado cuando un pequeño grupo de hombres viajó por el río hasta la frontera del territorio indígena y blandieron armas ante una patrulla de Univaja, dijo a The Associated Press el presidente de la asociación, Paulo Marubo.
Los dos regresaban en bote a la ciudad cercana de Atalaia do Norte, el domingo por la mañana, pero no llegaron.
Líderes indígenas en el lugar, familiares y colegas de Pereira y Phillips han expresado preocupación por la tardanza de las autoridades en iniciar la investigación.
"El Estado brasileño dice que ha desplegado una gran fuerza de tareas en la región. No es verdad", aseguró el martes el asesor legal de Univaja, Eliesio Marubo. "Prometieron que enviarían un helicóptero a sobrevolar la zona y tampoco sucedió. Son las 4 de la tarde, debía llegar a las 2 y hasta ahora, nada. El hecho es que continuamos la búsqueda solos".
"El Estado brasileño dice que ha desplegado una gran fuerza de tareas en la región. No es verdad"
Eliesio Marubo
Mientras, este miércoles la Policía del estado de Amazonas comunicó la detención de
Amarildo da Costa de Oliveira, alias "Pelado", de 41 años, como sospechoso de la desaparición del periodista y el indigenista.
Las autoridades han interrogado a otros cuatro hombres desde que comenzó la investigación, precisó la secretaría estatal de seguridad pública en un comunicado. Añadió que no se han producido arrestos en relación con las desapariciones.
Un periodista apasionado por la Amazonía
Dom Phillips, de 57 años, es colaborador del periódico británico The Guardian y trabaja en Brasil desde hace 15 años.
Vivió en Sao Paulo, Río de Janeiro y hace algunos años se mudó a Salvador (Bahía, noreste) junto con su esposa, la brasileña Alessandra Sampaio.
Apasionado por la Amazonía, de la que escribió decenas de reportajes,
el periodista británico se encontraba en la región hace varios días trabajando en un libro sobre conservación ambiental y desarrollo local, con apoyo de la fundación estadounidense Alicia Patterson.
En su trayectoria como reportero en Brasil, entre otros temas escribió sobre el avance de la minería ilegal y la agropecuaria en regiones protegidas, en colaboraciones para medios como The New York Times, The Washington Post y Financial Times.
"Amazonía hermosa", escribió el 30 de mayo en Instagram, una de las últimas publicaciones que compartió, junto a un video navegando por un río en una pequeña embarcación.
Antes de llegar a Brasil, en 2007, Phillips escribía sobre música en Reino Unido. Fue editor de la revista Mixmag y publicó un libro sobre la cultura de los DJs.
Ese universo cultural le condujo a Sao Paulo, donde acabó quedándose a vivir.
"En Brasil se sintió como en casa", aseguraron el martes en una carta abierta un grupo de corresponsales extranjeros, amigos de Phillips.
Al margen de su profesión, se involucró como voluntario en proyectos sociales en favelas de Rio de Janeiro y Salvador.
"Sus amigos lo conocen como un tipo sonriente que se levanta antes del amanecer para hacer stand-up paddle", agrega la nota de sus colegas, que aseguran que Phillips está esperando "ansiosamente" los trámites "para poder adoptar un niño con su esposa".
Pereira, un experto "valiente y dedicado" que recibía amenazas
Bruno Pereira, de 41 años, es un experto de la agencia gubernamental de asuntos indígenas de Brasil (Funai) y reconocido defensor de los derechos de estas comunidades.
Fue coordinador regional de la Funai de Atalaia do Norte, municipio adonde se dirigían con Phillips cuando desaparecieron.
Además,
coordinó la unidad de Indígenas Aislados y Recién Contactados de la Funai, donde tuvo a cargo una de las mayores expediciones de los últimos tiempos para contactar grupos aislados y evitar conflictos entre etnias.
Actualmente está de licencia laboral, dedicándose junto a ONGs a proyectos para mejorar la vigilancia en las aldeas del Valle de Javarí, un territorio indígena remoto en la frontera con Perú, amenazado por la presión de narcotraficantes, pescadores, madereros y mineros ilegales.
Su trabajo en defensa de los pueblos indígenas le valió frecuentes amenazas de estos grupos criminales.
Cuando desaparecieron, Pereira acompañaba al periodista británico como guía, en su segundo viaje juntos por esa región aislada de la Amazonía desde 2018.
El indigenista está casado y es padre de tres hijos. "Cada vez que entra en la selva, trae esa pasión con el propósito de ayudar al prójimo", declaró en un comunicado su familia.
Es "valiente y dedicado", concluye Fiona Watson, directora de Investigación de la ONG Survival International.