Cerca de 37 millones de niños se vieron desplazados hasta fines del año pasado en todo el mundo, el mayor número registrado desde la II Guerra Mundial, asegura un informe de Unicef, que reclama se refuercen la protección y el acceso a los servicios básicos para menores refugiados, migrantes y desalojados.
Estos datos del Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (Unicef) no incluyen a los más de dos millones de menores que han huido de Ucrania desde fines de febrero a raíz de la invasión rusa, ni los 3 de millones de desplazados a nivel interno.
Tampoco incluye a
los menores desplazados por desajustes del clima y los desastres naturales, alertó ese programa de la ONU.
Si se desglosan los datos de 2021, uno si 13,7 millones eran refugiados y solicitantes de asilo y cerca de 22,8 millones desplazados internos por conflictos, violencia y otras crisis. En total, 2,2 millones más que el año anterior.
"No podemos ignorar la evidencia: el número de niños que han sido desplazados por conflictos y crisis está creciendo rápidamente y es nuestra responsabilidad llegar a ellos", señaló la directora ejecutiva de Unicef, Catherine Russell.
Russell instó a los gobiernos a que prevengan este tipo de situaciones y "garanticen", cuando ocurren, "su acceso a la educación, la protección y otros servicios críticos que apoyan su bienestar y desarrollo ahora y en el futuro".
En particular, a los cientos de miles de menores no acompañados o separados de sus familias, víctimas propicias del tráfico de personas, la explotación, la violencia y los abusos.
Los menores representan el 28% de las víctimas de tráfico a nivel mundial.
Para Unicef los menores y sus familias no son solo víctimas de las "crisis en cascada" que van desde Afganistán, pasando por la República Democrática del Congo o Yemen, sino de eventos climáticos extremos, como la sequía en el Cuerno de África y el Sahel o las inundaciones en Banglades, India y Sudáfrica.
En total, los desplazamientos de menores por los desastres naturales se elevó el año pasado a 7,3 millones.
La población refugiada en el mundo se ha más que duplicado en la pasada década. Casi la mitad son menores.
Más de un tercio de los menores desplazados viven en el África subsahariana (3,9 millones o -36%), un cuarto en Europa y Asia Central (2,6 millones, - 25%), y el 13% (1,4 millones) en Oriente Medio y el Norte de África.
Apenas la mitad de los niños refugiados van a la escuela y menos de un cuarto de los adolescentes van a la secundaria.