Una de las imágenes que marcó esta semana fue la del Presidente ucraniano,
Volodimir Zelenski, recibiendo a los mandatarios de Alemania, Francia e Italia -
Olaf Scholz, Emmanuel Macron y Mario Draghi, respectivamente-, que viajaron a Kiev para prestarle su apoyo. Mientras los visitantes vestían de traje, el anfitrión se mostraba con una polera y pantalón cargo, dejando una señal clara:
él, como todo su país, sigue en guerra.
Han pasado 114 días desde el inicio de la invasión rusa, y en el escenario todavía no se ve una salida clara. Mientras los gestos políticos de Occidente hacia Ucrania continúan, en el campo de batalla la situación es compleja y todavía no se ve con claridad la posibilidad de llegar a una solución diplomática que ponga fin a los enfrentamientos.
Volodimir Zelenski junto a los líderes de Rumania, Italia, Alemania y Francia (Foto: AFP).
La visita de Scholz, Macron y Draghi viene a sumarse a las de distintas autoridades que han dicho presente en Ucrania mientras continúa la guerra, partiendo por el secretario general de la ONU, António Gutteres, y otras figuras como el Primer Ministro británico Boris Johnson, el jefe de Gobierno español Pedro Sánchez y la presidenta de la Comisión Europea, Ursula von der Leyen.
Esta última, de hecho, anunció que la Comisión Europea respalda la candidatura de Ucrania a la Unión Europea, lo que podrá debatirse en la cumbre europea del 23 y el 24 de julio en Bruselas.
"Todos sabemos que los ucranianos están dispuestos a morir para defender sus aspiraciones europeas. Queremos que vivan con nosotros, por el sueño europeo", declaró Von der Leyen, quien de todos modos advirtió que Kiev deberá cumplir con una serie de condiciones para poder avanzar en este proceso.
Volodimir Zelenski celebró esa "decisión histórica" y dijo que esperaba un "resultado positivo" en la próxima cumbre. Por su parte, el Presidente ruso,
Vladimir Putin, aseguró por su lado que no tiene "nada en contra" que Ucrania adhiera a la UE.
"A diferencia de la OTAN, la UE no es una alianza militar" y "adherir a uniones económicas es una decisión soberana (...) del pueblo ucraniano", declaró Putin en la sesión plenaria del Foro Económico Internacional de San Petersburgo. El Mandatario, de todos modos, enfatizó que con este proceso, Ucrania "se convertirá en una semicolonia" de los países occidentales.
Una situación "preocupante"
Mientras, la situación persiste en el campo de batalla. Los combates entre tropas rusas y ucranianas continúan en Severodonetsk, una ciudad clave del Donbás que Moscú intenta conquistar desde hace semanas.
Las tropas rusas controlan la mayor parte de la urbe, pero aún no han conseguido despejar la zona industrial, donde se refugian más de 500 civiles y un número indeterminado de soldados ucranianos, algunos de los cuales comenzaron a rendirse el viernes, según Moscú.
"Durante la operación militar especial en el territorio de la empresa Azot, en la ciudad de Severodonetsk,
algunos militares ucranios tomaron la decisión correcta y comenzaron a rendirse", afirmó el portavoz de las milicias prorrusas, Andréi Marochko, en Telegram.
En tanto, unos 10.000 civiles siguen en la ciudad, que tenía 100.000 habitantes antes de la guerra, según el gobernador de Lugansk (que junto a Donetsk conforma la región del Donbás), Serguei Gaidai.
Gaidai llamó a un alto el fuego total para evacuar a los 568 civiles, entre ellos 38 niños, refugiados en una enorme planta química de la ciudad. Salir de la fábrica es "imposible y peligroso" por los combates, indicó.
En el pueblo de Adamivka, en la línea de frente del Donbás, cerca de la ciudad de Sloviansk, un cohete cayó en el jardín de una comunidad de monjas ortodoxas, que viven bajo el bombardeo casi constante de las fuerzas rusas.
"Confiamos en la voluntad de Dios (...). Este es nuestro hogar, no tenemos otro lugar al que ir", dijo la hermana Anastasi.
En
Mikolaiv (sur de Ucrania), al menos dos personas murieron y 20 resultaron heridas en un ataque ruso, informó el gobernador de la región, Vitali Kim.
"La situación humanitaria, en particular en la región oriental del Donbás, es extremadamente preocupante y sigue deteriorándose rápidamente", advirtió la Oficina Coordinación de Asuntos Humanitarios de la ONU (OCHA).
En el plano diplomático, las negociaciones de paz entre Kiev y Moscú continúan suspendidas desde el mes de abril y no hay indicios que permitan pronosticar su pronta reanudación.
Todas las propuestas de negociación que ha realizado Rusia para resolver el conflicto "han sido un intento de apaciguamiento antes de apuñalarnos por la espalda", opinó el viernes Mykhailo Podoliak, asesor del Presidente ucraniano.
Estas iniciativas para reanudar las negociaciones
"son solo un intento de engañarnos para acumular reservas y reanudar la ofensiva" contra Ucrania, insistió Podoliak, quien ha participado en las fallidas conversaciones con Moscú, ahora paralizadas.
En su opinión, mientras esto ocurre, los rusos "están en los territorios temporalmente ocupados (de Ucrania) bajo una tregua temporal, preparando fortificaciones, acumulando reservas y restableciendo su potencial ofensivo".
El Kremlin, por su parte, aseguró el viernes que Moscú "está abierta a negociar" y que ha entregado su postura "escrita en papel" a la parte ucraniana.
"Ucrania se retiró de las negociaciones en abril pasado", recordó a su vez el vocero de la Presidencia rusa, Dmitri Peskov.