En los mejores resultados de la historia de la ultraderecha francesa en unas legislativas, la líder de la Agrupación Nacional (RN), Marine Le Pen, aseguró que su primer objetivo como tercera fuerza política en la Asamblea será de hacer de Emmanuel Macron un "presidente minoritario".
Desde su feudo de Henin-Beaumont (norte), donde fue reelegida diputada, una exultante Le Pen realizó una corta declaración para celebrar ante decenas de militantes unos resultados inéditos para la ultraderecha francesa.
Con el 80 % escrutado, suma 76 diputados y las estimaciones le otorgan hasta 85, cerca del 15 % del total de asientos de la Asamblea Nacional (577). En 2017, disponía de solo 8 asientos, y en 2012, dos.
"Y eso que contamos con un sistema electoral injusto e inadecuado a la realidad del país", apuntó Le Pen, en relación al modo de escrutinio a dos vueltas y mayoritario, y no proporcional como en la mayoría de países europeos.
Además del resultado histórico del RN, la alianza Ensemble (Juntos) de Emmanuel Macron habría perdido su mayoría absoluta, según las proyecciones de voto.
"Este ha sido el mejor resultado de nuestra familia política (...) Haremos de Emmanuel Macron un presidente minoritario", apostilló la dirigente de la Agrupación Nacional.
Le Pen repitió que su combate será tanto contra "las clases altas" que apoyan a Macron, como contra los que "intentan minar a Francia desde abajo de manera antirepublicana", en referencia a la coalición de izquierda Nupes, nueva principal fuerza opositora encabezada por Jean-Luc Mélenchon.
La dirigente ultraderechista recordó que su prioridad será la lucha contra la inmigración, la seguridad, el desempleo y la Francia olvidada.
"Los nuevos rostros que vais a descubrir son la vanguardia de la nueva élite política que tomará el poder cuando la aventura de Macron haya acabado", afirmó Le Pen.
Izquierda de Mélenchon asegura 150 escaños en el Parlamento
Por su parte, el líder de la coalición de izquierdas en las legislativas francesas, Jean-Luc Mélenchon, aseguró que "todas las posibilidades" están sobre la mesa y que no tiene previsto renunciar a la ambición de dirigir el Gobierno, pese a que las proyecciones lo dejan lejos de tener una mayoría parlamentaria.
Su discurso en la noche electoral fue triunfalista pese a que rondará los 150 diputados, lejos de lo que le otorgaban los sondeos y de poder formar el Gobierno que él mismo pensaba encabezar como nuevo primer ministro.
Pese a ello, Mélenchon, que no se presentaba a estas elecciones, aseguró: "No renunciamos a la ambición de ser quienes dirijamos el Gobierno. No dudéis de vosotros, no cedáis a la impaciencia".
En tono combativo, destacó la "derrota" del partido del actual Presidente, Emmanuel Macron, que se queda lejos de renovar la mayoría absoluta, algo que nunca antes había sucedido en las legislativas posteriores a las presidenciales.
Mélenchon indicó que ese era su principal objetivo, pese a que durante toda la campaña se mostró convencido de obtener una mayoría que le permitiera dirigir el Ejecutivo.
El líder izquierdista, que logró reunir bajo las mismas siglas a su partido, La Francia Insumisa, junto a socialistas, comunistas y ecologistas, se felicitó por haber multiplicado por tres el número de diputados que obtuvieron por separado en 2017.
Para Mélenchon, ese número de diputados constituye "una herramienta de combate" que permitirá defender sus ideas y, aunque no estará en la nueva Asamblea Nacional, aseguró que seguirá "hasta el último aliento al frente de las tropas".
Reprochó al partido de Macron que no pidiera claramente el voto para sus candidatos en aquellas circunscripciones, 75, en las que se enfrentaban a la extrema derecha.
Mélenchon indicó que "el 'macronismo' no solo se ha quebrado, además ha sumergido al país en un callejón sin salida", y le reprochó que, pese a presentarse como una barrera contra la extrema derecha, la ha reforzado más que nunca en la historia.