Filippo Bari, de 27 años, una de las víctimas, era padre de un hijo recién nacido.
La Nación, GDA
Italia sigue conmocionada por la tragedia ocurrida este domingo en los Alpes, donde, en medio de una inédita ola de calor, se desprendió un bloque gigantesco de un glaciar, sepultando a decenas de excursionistas.
El lamentable saldo hasta ahora son siete muertos, ocho heridos y trece desaparecidos. Entre los fallecidos, se ha identificado a tres italianos, un ciudadano de República Checa y una pareja.
Una de las víctimas es Filippo Bari, un joven de 27 años, oriundo de la provincia de Vincenza, dueño de una ferretería y padre de un hijo recién nacido.
El joven se había tomado una selfie justo antes de que se desencadenara la tragedia. En la fotografía –que le mandó a sus familiares– aparece con una enorme sonrisa, un casco y anteojos de sol, feliz por su hazaña. Luego nadie supo más de él.
Estruendo parecido a una bomba
La catástrofe ocurrió poco después del mediodía del domingo en la Marmolada, una de las montañas más bellas y concurridas de las Dolomitas, sector de los Alpes declarado patrimonio de la humanidad y meta de alpinistas de todo el mundo.
Según testigos, se oyó un estruendo parecido a una bomba o al del paso de un jet, mientras se desprendía un bloque del glaciar en una pavorosa avalancha de hielo y rocas, que arrasó todo lo que había a su paso a lo largo de más de dos kilómetros.
El segmento de glaciar que se desprendió –343 metros debajo de la cima– comenzó a bajar a una velocidad impresionante, de 300 kilómetros por hora, como si fuera un río. "Era una ola negra que se iba tragando todo, quien se encontraba en su trayecto corría intentando salvarse", relató Elena, una de las sobrevivientes.
Carlo Budel, dueño de un refugio cercano al escenario del desastre, habla de una "tragedia anunciada". "Desde hace días que oía correr agua, verdaderos torrentes, debajo del glaciar; debería haberse cerrado la Marmolada después de las altas temperaturas de estas semanas", afirmó, en declaraciones al diario Il Messaggero.
La fiscalía de Trento abrió una investigación por desastre culposo. En tanto, el primer ministro italiano, Mario Draghi, quien visitó la zona, vinculó la tragedia con el cambio climático. "Éste es un drama que seguramente tiene algo de imprevisibilidad y seguramente depende del deterioro del ambiente y de la situación climática", reconoció. Agregó que "el gobierno debe reflexionar sobre lo que ocurrió y debe tomar medidas para que lo ocurrido tenga una probabilidad mínima de ocurrir o pueda incluso ser evitado".
