Argentina mantendrá las metas acordadas con el Fondo Monetario Internacional (FMI), que contempla una reducción este año del déficit fiscal a 2,5% del Producto Interno Bruto (PIB), aseguró este lunes la nueva ministra de Economía, Silvina Batakis.
"Se mantienen las meta acordadas con el FMI. Es un acuerdo que firmamos como Estado y tenemos que cumplir", dijo Batakis en su primera rueda de prensa, una semana después de asumir el cargo.
Argentina suscribió este año con el FMI un acuerdo de facilidades ampliadas por unos 44.500 millones de dólares, en reemplazo del "stand by" que firmó el anterior gobierno de Mauricio Macri (2015-19).
El nuevo acuerdo contempla una reducción del déficit fiscal del 3% del PIB del año pasado a 2,5% en 2022, 1,9% en 2023 y 0,9% en 2024.
En sus declaraciones, la ministra dijo que se necesita "dar orden y equilibrio a las finanzas públicas", un objetivo al que apuntará su gestión una vez superada la emergencia económica que produjo la pandemia de covid-19. "No vamos a gastar más de lo que tenemos", subrayó.
En 2020, la economía argentina se contrajo 9,9% y en 2021 rebotó con un aumento de 10,3%. El FMI calcula que este año la economía argentina crecerá 4%.
Sobre la inflación, que para este año se proyectó en 52% anual, una de las más altas del mundo, Batakis señaló que se calculó antes de que comenzara la guerra en Ucrania, que ha impactado en los precios a nivel mundial.
"Es cierto que el acuerdo (con el FMI) se firmó antes del aumento de la inflación mundial", dijo la ministra, al indicar que se está revisando una nueva estimación. "Es una cuestión metodológica que estamos evaluando, no es corrimiento de la meta", sostuvo.
Argentina registra una inflación de 60% en el acumulado de un año a mayo de 2022, y se estima que cerrará este año en 76%, según el relevamiento de expectativas que hace el Banco Central.
"La expectativa de inflación la estamos trabajando con los empresarios y con los comerciantes. Estamos en una situación totalmente distinta a cuando se podían hacer proyecciones inflacionarias", dijo.
Batakis reemplazó a Martín Guzmán, artífice de la reestructuración de la deuda externa argentina, quien renunció sorpresivamente el pasado 2 de julio.
Sábado de manifestaciones
Miles de personas se manifestaron en las calles de la capital y otras ciudades de Argentina el sábado en medio de la celebración del Día de la Independencia, para expresar su rechazo al accionar del gobierno frente a las dificultades socioeconómicas que atraviesa el país sudamericano.
Portando la bandera argentina, los manifestantes marcharon y mostraron su enojo a través de carteles y cacerolazos, en momentos en que afloran dudas y preocupación en el país sobre la negociación de la deuda de 45.000 millones de dólares con el Fondo Monetario Internacional (FMI), una inflación que según analistas podría llegar a 70%, además de la escasez y alza del precio del dólar en el mercado oficial y el paralelo.
En Buenos Aires, se registraron concentraciones en el Obelisco, la avenida 9 de julio y la plaza de Mayo bajo la consigna "Defendamos la República" o el "Argentinazo", que contó con la participación de numerosos sectores políticos, así como una fuerte presencia de la izquierda argentina, en una semana marcada por los enfrentamientos entre las distintas fuerzas de la coalición gobernante y tras la dimisión del ministro de Economía y la asunción de la economista Silvina Batakis como su reemplazo.
"Ha sido una crisis política en el gobierno en el que se ven las grietas que ya existían y que se venían mostrando desde hace meses. Pero la realidad es que cambian de figuritas pero no el rumbo, porque también hay que tener memoria sobre quién es la ministra Batakis, que ya fue ministra de Economía en la provincia de Buenos Aires durante el gobierno de Scioli, fue la ministra que achicó los proyectos de salud, de educación, de infraestructura", afirmó Celeste Fierro, dirigente del Movimiento Socialista de los Trabajadores (MST), a The Associated Press.
"Hay que romper con el FMI y desconocer esta deuda, porque es una estafa, las estafas no se pagan y esta deuda es odiosa, fraudulenta e ilegitima", añadió.
Por su parte, Juan Carlos Giordano, diputado nacional electo por el partido Izquierda Socialista, declaró a la AP que "un 9 de Julio, donde se celebra la primera independencia nacional, el Frente de Izquierda con un montón de organizaciones marcha a plaza de Mayo, para plantear que hay que romper los lazos que nos atan a las cadenas del FMI, dejar de pagar la deuda". "Es la deuda de los usureros internacionales, los bonistas privados son usureros internacionales", señaló.
Para el diputado, se trata de "un pacto colonial de dependencia y de saqueo" que está generando una inflación anual del 80% en el país. Añadió que el peligro de seguir pagando esa deuda es "que ya está consolidado el hambre, la pobreza y la indigencia" y que el dinero del pago se debería invertir en "trabajos, salarios, salud y educación".
Para Gabriel Solano, legislador de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires por el Partido Obrero, el país se encuentra al borde la hiperinflación. "Hoy sería la independencia de Argentina y queremos subrayar la contradicción de que hoy Argentina está más sometida que nunca, por el Fondo Monetario Internacional", afirmó Solano, agregando que "la deuda es impagable". Y solicitó además que se investigue, "el pueblo argentino tiene derecho a saber quién se benefició con esa deuda y quién nos endeudó en funciones de qué intereses".
Las protestas en la capital fueron secundadas en las otras grandes ciudades argentinas, como Mendoza, Córdoba, Mar de Plata, Santa Fe y Rosario, entre otras. Las convocatorias realizadas por redes sociales llamaron a un "Argentinazo".
"El acuerdo con el FMI es un fracaso, dijeron que la única manera que había era cerrar este acuerdo con el FMI para evitar que la Argentina quedara aislada del mundo, para evitar una devaluación para evitar un montón de cosas que son que está pasando hoy en nuestro país", sostuvo Federico Winokur, dirigente del partido Nuevo MAS (Nuevo Movimiento al Socialismo), para quien el acuerdo no fue la solución sino el problema. "Por eso pedimos la anulación del acuerdo", argumentó.
También hubo presencia de sectores de la oposición y grupos de derecha. "Argentina sin Cristina", fue una de las consignas que expresaron los manifestantes, en referencia a Cristina Fernández de Kirchner, la vicepresidenta del país. También mostraron un enorme muñeco inflable de la vicepresidenta con ropa de reo, con una marioneta del presidente Alberto Fernández en una mano y un maletín lleno de dólares en la otra -una aparente crítica a los diversos juicios pendientes de la mandataria y a sus problemas con la justicia-.
Otro grupo mostraba una gran guillotina con ruedas que les acompañó en su trayecto. "Estamos contra todos los políticos. La guillotina ¿qué es? De manera simple es cortarle la cabezas a todos, el gobierno, lo que están, porque no están haciendo nada, porque estamos todos peor y la oposición también porque está muy tibia", explicó Marina Palomo, una ciudadana argentina que resumía el enojo de los congregados, a la AP.